La piscina cubierta de Benimodo que se construyó en la época dorada de la expansión inmobiliaria lleva ya más de dos años cerrada. Costó 421.000 euros, una cantidad de dinero que sufragó casí íntegramente este municipio de 2.301 habitantes, pero que, con el paso del tiempo, ha supuesto un auténtico fiasco al dejar una costosa infraestructura completamente inutilizada.
El ayuntamiento, gobernado entonces por el PSOE, asumió un coste para sus arcas de 338.000 euros, casi la cuarta parte de un presupuesto anual que ronda los 1,6 millones. Sólo la diputación ayudó a sufragar aquella instalación ya que el ayuntamiento decidió destinar íntegramente un plan provincial de obras y servicios (PPOS) dotado con 51.000 euros y otros 32.000 euros procedentes de las arcas de la corporación provincial a la construcción de la piscina cubierta.
La instalación se abrió en los meses próximos a las elecciones municipales de 2007 e incluso se realizó un acto público de apertura durante las fiestas de agosto. Sin embargo, la infraestructura nunca tuvo los papeles, según ha desvelado el actual alcalde, el popular Paco Teruel.
Precisamente fueron los populares los que decidieron cerrar la infraestructura cuando llegaron a la alcaldía en 2011 porque carecía de las licencias pertinentes y funcionaba aún con electricidad de obra porque las obras no estaban recepcionadas. Pese a la ilegalidad manifiesta, la piscina llegó a funcionar durante años. Carlos Alós.
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