A sólo 50 metros de la planta de fabricación de Ford Almussafes, donde ya se produce la nueva generación Kuga, se ubica un paraje natural de 150.000 metros cuadrados cuyo centro neurálgico es una laguna artificial de 35.000 metros cuadrados que, a lo largo de los años, se ha convertido en un ecosistema para medio centenar de especies animales, algunas de ellas todo el año.
Este espacio verde es una solución sostenible y respetuosa con el medioambiente que Ford estableció de manera paralela a la creación de la planta en 1974, para gestionar sus aguas residuales. «La planta de Almussafes no vierte sus aguas al exterior, así que como solución se creó una laguna impermeable que no filtra el agua depurada al subsuelo y permite su redistribución para el riego de la zona arbolada colindante», cuenta José Vicente Martín, biólogo de la planta valenciana. «Alrededor de la laguna se creó una zona verde poblada por eucaliptos para que se pudiese evaporar el agua que genera la factoría y que la laguna no se desbordase. Toda el agua industrial que trata la planta se depura y, como último paso llega a la laguna», añade. E.C. Leer noticia completa
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