Algemesí cuenta con todos los requisitos sanitarios para atender debidamente y con total seguridad, cualquier altercado o lesión, por muy grave que sea,  que se produzca en el coso durante la novillada. Así lo ha asegurado el doctor Pérez Folqués a El Seis Doble. Y a las pruebas nos remitimos, ya que no se recuerda que se haya tenido que lamentar ninguna muerte en esta peculiar plaza.
El doctor, muy amablemente, nos ha atendido y nos ha enseñado todas las instalaciones a la vez que nos explicaba las funciones. “En Algemesí disponemos en primer lugar de una sala de exploración lindada totalmente a la plaza de toros donde se realizará un primer diagnóstico de la lesión, aquí se valorará si el daño requiere pasarlo a quirófano o no”. Esta primera estancia está situada en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Algemesí, a escasos 20 metros de la plaza de toros. En el sótano del consistorio están instalados los quirófanos. “Tenemos un quirófano completo con anestesia general y todo el material necesario para atender desde una laparotomía, una herida en el vientre, una en el tórax o en las extremidades, que es lo más común”. “Además contamos con contacto directo con un superespecialista, que en caso de no poder atender la lesión aquí se desplazaría al herido hasta el hospital donde estuviera el profesional, bien sea el Hospital de la Ribera, La Fe, o el Hospital General. Lo importante es que el torero, en este caso, no se muera”.
El equipo médico está compuesto por un anestesista, un cirujano, un traumatólogo, una enfermera de quirófano y un médico de urgencias, además de contar también con los servicios de la Cruz Roja de Algemesí y de Protección Civil. Según nos contaba el doctor han atendido 14 lesiones en 20 años siendo la más grave una lesión de la femoral profunda que, por fortuna, se pudo resolver aquí.
A muchos les puede chocar la idea de que la plaza de toros de Algemesí, tan peculiar como es y que ni si quiera llega a ser de tercera categoría, pueda tener unos servicios médicos tan completos. “En Algemesí los toros es una tradición y por eso el equipo que se requiere es de primera, la tradición viene desde hace 30 años cuando el equipo lo formó el doctor Tarrazona, él lo dotó con todo el personal y material necesario, al igual que la Comisión Taurina, que hizo, por aquel entonces, una aportación considerable para llevarlo a cabo y que se pudiera seguir con esa tradición hasta nuestros días”.  Una tradición que esperemos siga muchos años más con la misma calidad sanitaria.