El Ayuntamiento de la Pobla Llarga ha aprobado en su última sesión plenaria la ordenanza que regula el aparcamiento en el centro urbano de la localidad. Sin embargo, ésta no estipula precio alguno por estacionar, por lo que la zona azul de la Pobla Llarga es gratuita. De hecho nadie paga.
El parquímetro lleva más de un año instalado, pero sin uso porque no existía la ordenanza que lo regulara. La instalación de la zona azul ha costado 70.000 euros. Oficialmente nunca se ha puesto en marcha, aunque los vecinos señalan que hubo un tiempo en que el parquímetro expedía un resguardo, pero dejó de hacerlo y no se ha repuesto. La ordenanza aprobada por el pleno regula cómo obtener el tique y el hecho de que cada 45 minutos tiene que renovarse, pero con otro papel impreso que la máquina expide gratis. Sólo en caso de superar esos tres cuartos de hora, el conductor se expone a una sancion.
El alcalde de la Pobla Llarga, Rafael Soler, aseguró ayer que se trata de un sistema "pionero" que no existe en ningún otro municipio de España y que el gran beneficiado "es el comercio porque permite la rotación de vehículos en las plazas de aparcamiento y que un coche no pueda quedarse aparcado todo el día".

Quejas de los comerciantes
Soler aseguró que se decidió a implantar este sistema después de la remodelación de las calles céntricas del casco urbano, que se convirtieron en peatonales, lo que provocó la reducción del número de espacios disponibles para el aparcamiento y la "incertidumbre" de los comerciantes que temían un perjuicio para sus negocios al menguar las plazas de aparcamiento.
Por ello, según explicó ayer el alcalde de la Pobla Llarga, "se tomó esta medida que es necesario entenderla con la existencia de las calles peatonales y se instaló una zona azul que es gratuita durante 45 minutos y después también es gratis, pero tienes que ir a sacar el tique y el fin de semana es libre", explicó ayer el también delegado del Consell.  Carlos Alós.  Leer noticia completa en Levante-EMV