Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal dedicado al tráfico de cocaína. En la operación han sido detenidos seis hombres, de entre 20 y 39 años, de origen español, como presuntos autores de los delitos de pertenencia grupo criminal y contra la salud pública. Se han intervenido casi 700 gramos de, al parecer, cocaína.
La operación policial culminó la semana pasada con la detención del considerado como el responsable del grupo que se encontraba en Arganda del Rey, escondido en un domicilio tras conocer las detenciones del resto de su grupo. En el momento del arresto llevaba casi 1.800 euros en efectivo, tres teléfonos móviles, localizándose numerosa documentación de los movimientos de dinero, que realizaba que se encontraba en el interior del vehículo. Se le imputan, además de los delitos de pertenencia grupo criminal y contra la salud pública, tenencia ilícita
de armas y blanqueo de capitales.
Las investigaciones se iniciaron en septiembre cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un grupo de personas de origen español asentados en Algemesí cuya actividad ilícita consistiría en el tráfico de cocaína, así como que el supuesto cabecilla del grupo se había desplazado hasta Arganda del Rey (Madrid), donde al parecer pretendía asentarse.
Como consecuencia de las investigaciones, los policías detuvieron a cinco miembros del grupo por los presuntos delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal y realizaron 5 registros domiciliarios en los que intervinieron:
699 gramos de, al parecer, cocaína
548 gramos de sustancia de corte
10.200 euros
3 básculas de precisión
1 pistola real, marca STAR, del calibre 6.35 con cargador municionado y
117 cartuchos del mismo calibre
1 pistola, marca BLOW MAGNUM MOD-2000, al parecer de fogueo y tres
cartuchos
Una caja con 23 cartuchos, al parecer, de fogueo
8 teléfonos móviles
Diversos efectos y documentación

Estructura del grupo
En el transcurso de la investigación, los policías descubrieron que los sospechosos formaban un grupo organizado estructurado en niveles. El primer escalón formado por el cabecilla y su socio que serían los principales responsables y proveedores para el resto de los componentes. El cabecilla/jefe del grupo desarticulado tenía el mando sobre el socio y le indicaba como actuar
en cada momento.
En el nivel inferior se encontraba una persona de plena confianza de los anteriores que sería la encargada de hacer de intermediaria entre el cabecilla y el resto de los componentes del nivel más bajo, además de dedicarse también a la distribución y venta mediante el contacto directo con los consumidores. El sobrino de éste era el encargado de la “guarda y custodia” de la sustancia estupefaciente en su domicilio.
Y un último nivel integrado por el resto de integrantes, los cuales se ocupaban de la venta la “menudeo”.
Los detenidos, de los cuales cuatro tenían antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial, que decretó el ingreso en prisión de cuatro de ellos.