El
Furgón para Siniestros Químicos (FRQ) adquirido en 2006 por el Consorcio de Bomberos de Valencia tuvo ayer su «bautismo de fuego» en el
accidente registrado en un centro acuático de Cullera. No ha trascendido si el vehículo llegó a utilizarse en alguna maniobra o si los bomberos emplearon algo del material específico que contiene aunque esta «primera salida», según fuentes de la Intersindical Valenciana, «acabará en la Inspección de Trabajo».
Según estas fuentes, el camión estuvo operado por personal sin formación específica, lo que supuso un factor de riesgo añadido para los trabajadores y para el servicio.
Intersindical Valenciana denunció hace unos días que el camión, adquirido mediante el régimen de «leasing», permanecía «arrinconado» en el parque de bomberos de Chiva debido a que pese al tiempo transcurrido desde su adquisición, no se había dado a sus dotaciones la formación específica sobre su uso que figuraba en el contrato de arrendamiento.
El Consorcio de Bomberos, a través de su socio mayoritariola Diputación de Valencia negó que el camión estuviera arrinconado y justificó que no se usara a la inexistencia de incidentes químicos.
La Intersindical Valenciana destacó ayer el hecho de que «por fin» el vehículo se hubiera empleado en un incidente real «y no en simulacros, como hasta ahora», aunque criticó el hecho de que la dotación de bomberos no tuviera preparación para su manejo.
Un informe del Consorcio fechado en este mismo año contiene una propuesta de los técnicos para implantar «Grupos Especiales» de bomberos que todavía no se ha llevado a cabo. Leer noticia completa en
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