Centenares de personas, sobre todo niños, desfilaron anoche por las calles de Alzira junto a sus mascotas, en la tradicional procesión de Sant Antoni del Porquet. Con este acto se pone punto final a estas fiestas que este año celebraban su 225 aniversario en nuestra ciudad. Tras una misa celebrada en la iglesia de San Juan, dio comienzo la procesión que, siguiendo su itinerario habitual, concluyó con la llegada de las caballerías a la subida de las Escuelas Pías. Para finalizar, desfilaron ante el dosel del Santo, situado en la calle Hort dels Flares, una gran variedad de animales entre los que se podían ver caballos, carruajes con ponis y un carro tirado por dos bueyes, además de perros, gatos, tortugas, urones y aves; todos ellos llevados debidamente por su dueños para recibir la bendición del Santo y su protección.