LA UNIÓ alerta de malas prácticas comerciales en la compra de los cítricos a los agricultores

Reclama a la Generalitat en este inicio de campaña que controle y sancione a las firmas que cometan estos abusos

LA UNIÓ de Llauradors ha detectado prácticas comerciales abusivas por parte de algunos operadores comerciales a la hora de abonar la compra de cítricos a los agricultores de la Comunitat Valenciana y confía en que las mismas no se repitan en esta nueva campaña. Todo ello en el mejor de los casos de poder cobrar la cosecha pues también hay un aumento importante de los casos de impagos en el sector y de los concursos de acreedores.
Se repiten ya las ocasiones en las que los operadores comerciales han liquidado las cosechas adquiridas a los productores de la pasada campaña mediante pagarés a largo plazo, que incluso se extienden a un año más tarde de la recolección.
Uno de estos comercios por ejemplo recolectó la naranja en abril de este año y a la hora de liquidar entregó al agricultor un pagaré de una entidad bancaria para pagar el último día de enero del próximo año. Pero ahí no queda la cosa pues el comercio emite la factura con fecha de 31 de diciembre de este año y hace una liquidación para Hacienda con esa misma fecha. Se trata de trampas fiscales para prorrogar el pago del IVA y las retenciones.     
LA UNIÓ demanda a la Generalitat que persiga y controle estas prácticas comerciales y que las sancione posteriormente mediante la retirada de las ayudas públicas que pudiera percibir la firma comercial e incluso suspenda su licencia de actividad.
Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, considera que “hay mucho cara dura en el sector que juega con el dinero de los agricultores para mantener en pie la actividad de su firma comercial. Les das la fruta y luego tardas en cobrar demasiado tiempo, e incluso te hacen artimañas fiscales que te perjudican”.
LA UNIÓ también espera que en esta campaña citrícola se proceda con rigor, que cesen las prácticas especulativas y que no se comercialicen cítricos recolectados de forma prematura sin tener las condiciones adecuadas de madurez. “Si se vuelve a caer en esta práctica por las prisas de salir a los mercados nos podemos cargar la campaña, la Generalitat ha de vigilar muy atentamente la recolección y comercialización de la fruta que va a salir”, señala Ramón Mampel.