LA UNIÓ señala que la climatología ralentiza la campaña citrícola y baja los precios en el campo

Martes, 12 de noviembre de 2013 | e6d.es
• Las altas temperaturas y la falta de lluvias aumentan los costes de producción a los agricultores

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LA UNIÓ de Llauradors señala que la climatología atípica para esta época del año (elevadas temperaturas y ausencia de lluvias) provoca en estos momentos una ralentización en el inicio de la actual campaña y unos precios a la baja para los productores. Los precios son más bajos que en el inicio de la pasada campaña, de media un 10% inferiores en mandarinas y un 20% en naranjas. La demanda de nuestros cítricos no está siendo así la deseada. Nuestros principales mercados europeos, que asocian normalmente la compra de los cítricos con unas temperaturas más bajas y la necesidad de consumir para evitar problemas de salud como es el caso de los resfriados, siguen sin responder porque a pesar de no tener estas temperaturas tan altas, tampoco hace excesivo frío allí. A todo ello se une que es evidente en los árboles un retraso en la evolución y maduración de la fruta. La fruta no madura por fuera como sería deseable al faltar horas frío y le falta color, aunque por dentro sin embargo la fruta está normalmente buena y con el grado de dulzor adecuado. El hecho de que la fruta madure más tarde en esta campaña ha provocado que nuestra cosecha se solape también con la de otras zonas productoras españolas y la de otros países donde normalmente se nos dejaba ese espacio de mercado. Es lo que normalmente se conoce como “cuello de botella” en el desarrollo de la campaña. Los calibres también se resienten por la ausencia de lluvias y los agricultores miran al cielo para que la llegada de las mismas incremente el tamaño de la fruta porque “si no se llega a un calibre ajustado se hace más complicada la comercialización de la fruta”. Las altas temperaturas y la falta de lluvia, prácticamente a mediados de noviembre, supone además un aumento de los costes de producción para el agricultor. Las plagas siguen activas, fundamentalmente la mosca de la fruta, y hay que tratarlas cuando a estas alturas del año normalmente la necesidad de tratamientos desciende de forma considerable. También hay que regar más los campos por el mayor efecto de evaporización. Son costes que luego no se pueden trasladar a los precios y que por tanto son pérdidas para los productores. La esperanza para los productores de cítricos valencianos es que pase como en la pasada campaña que también comenzó muy mal y acabó mejor después con las variedades de naranjas.
LA UNIÓ DE LLAURADORS