Recibió asistencia veterinaria de urgencia y ahora se recupera en una casa de acogida.
Pilusa, así se llama ahora, fue encontrada con anorexia, deshidratación severa y palidez en las mucosas. Presentaba la cola amputada desde la base, dejando expuestos los músculos y el hueso. Es una gatita muy tranquila, sumisa y cariñosa, aún está algo asustada por todo lo que ha sufrido, pero poco a poco se convertirá en la gatita perfecta.
Lacua sigue sin refugio para los animales, sin subvenciones y sin local de reunión, pese a pedirlo en numerosas ocasiones al Ayuntamiento sin recibir respuesta. El dinero que recibimos viene de los socios, eventos benéficos y rifas solidarias que hacemos a lo largo del año. Para contactar con nosotros tienes dos formas: mediante correo electrónico:
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