El último análisis de la calidad de las aguas de Cullera, realizado por la Generalitat Valenciana hace pocos días, ha declarado como "insuficiente" la calidad de las aguas de dos de sus playas, la del Faro y la de Cap Blanc.
En ambas playas, la Generalitat ha encontrado grandes cantidades de restos fecales, como esterococos y la bacteria coli. Estos peligrosos restos, se deben generalmente a vertidos que son ilegales pero que el ayuntamiento conoce bien ya que han sido denunciados años atras por varios vecinos y por grupos como Ecologistas en Acción.
En estas playas, la analítica oficial muestra valores 100 veces mayores que los normales y esto puede causar importantes problemas sanitarios. Además puede ser motivo para la pérdida de la bandera azul, algo que sería claramente perjudicial para el turismo. Hace unas semanas ambas playas tuvieron problemas por los recortes que han sufrido en su servicio de socorrismo, y también ha habido muchas quejas vecinales en la playa de los Olivos debido a la existencia de un chiringuito que realiza macrofiestas y botellones en la arena, ofreciendo una de las peores imágenes para un municipio turístico como Cullera.