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La denominada zona de pubs de Alzira vive momentos de tensión ante las protestas de los vecinos de las fincas colindantes a los locales de ocio ante el ruido, vandalismo y falta de control que hacen imposible el descanso. Como ya adelantó este diario, el pasado sábado se hizo patente el malestar de los afectados con la publicación de un manifiesto y la colocación de pancartas en los balcones pidiendo la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana Eliseo Candela porque, según los implicados, no se han atendido sus quejas ni en tiempo ni en orden. Todo ello derivó en la creación de la Plataforma Stop Pubs Alzira, con el objetivo de unir a los vecinos perjudicados en la misma causa común. Ayer se reunieron en el Ayuntamiento de Alzira con Eliseo Candela para pedirle qué tipo de medidas o soluciones propone para solucionar la situación.
Tras la reunión, Gustavo Trujillo, uno de los representantes de la plataforma, declaró a El Seis Doble salir “bastante decepcionado”, ya que “pese a que el señor Candela ha sido muy cortés y nos ha tratado muy bien, se ha excusado en que poco más puede hacer, puesto que sólo hay una patrulla los sábados por la noche”. Trujillo apuntaba con resignación que “no salimos de aquí con una solución clara”.
Otro de los miembros de la plataforma, Raúl Sarrión, aseguraba que “le hemos propuesto al concejal medidas para controlar los horarios de cierre de los locales y nos ha dicho que a veces es imposible, ya que la única patrulla que hay los sábados puede estar atendiendo otros servicios”.
Según la plataforma, había unas preguntas claves que, según Sarrión, “se han quedado sin respuesta, como ¿por qué tenemos que ser los vecinos de Alzira los que paguemos por los conflictos entre Ayuntamiento y Policía Local?, o ¿por qué si son necesarias más agentes, como está quedando patente, no se destinan más medios para aumentar la plantilla los fines de semana?
Finalmente, los representantes de la plataforma han quedado en volver a reunirse el próximo 12 de febrero, ya que “Candela nos ha pedido un plazo de tiempo para ver cómo se puede solucionar el problema”. No obstante, Ernesto Sarrión matizó que “nosotros vamos a continuar haciendo visibles nuestras reivindicaciones, aunque si en el plazo de un mes todo se ha solucionado, rectificaremos y suspenderemos nuestra actividad. Si no es así, contemplaremos otras vías”.
Presencia policial y cumplimientos de horarios de cierre como alternativas
Raúl Sarrión aclaró a nuestro diario que el botellón; vómitos; orines y el destrozo de señales; arbolado y algún vehículo, forman parte del paisaje de los viernes y sábados por la noche, “sin que la policía ponga ninguna solución al respecto”.
Uno de los motivos es “el incumplimiento del horario de cierre de los locales. Yo he llegado a llamar a la policía a las 5 de la mañana porque uno de los locales seguía abierto. Se hicieron las 6 de la mañana, el local cerró cuando ya no tenía clientes y la patrulla ni apareció”.
Sarrión, que asegura conocer el mundo de la noche por haber trabajado de camarero en pubs de Cullera, afirmaba, que “no vamos en contra de este tipo de locales, ni de sus dueños, sólo pedimos que se cierren a lo hora que marque la normativa vigente y que se respete lo que diga la ley en cuanto a decibelios permitidos”.
En nuestro entorno tenemos el precedente de Cullera, donde hubo una sentencia en la que Fiscalía acusaba al alcalde de esta ciudad por permitir exceso de ruido en tres pubs, pidiéndole dos años de cárcel. Sarrión matizaba que “no vamos a pedir eso, de momento, sólo exigimos que haya un mayor control por parte de la policía. Está comprobado que si la patrulla pasa a menudo por la zona y la gente sabe que esto está vigilado, se evitan en gran medida los comportamientos incívicos. Por eso, el Ayuntamiento debe ponerse en su sitio, obligar a los pubs a cumplir las ordenanzas en materia de horarios y que vigilen que no se saquen botellines y vasos de cristal a la calle”.
Hayack
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