Los sindicatos con representación en el Ayuntamiento de Alzira CSI-CSIF, FSP-UGT y CCOO, comunican:
La más rotunda y enérgica repulsa ante las escandalosas manifestaciones públicas efectuadas en el periódico Levante-EMV el día dos de octubre por el Sr. Concejal Delegado de la Policía Local de Alzira.
Ante tales manifestaciones públicas retorcidas y carentes del más mínimo sentido de la sensatez o prudencia, caben pocas interpretaciones. El Sr. Candela, al parecer, desea implantar tácticas de eugenesia a los trabajadores. Los trabajadores que por ley prestan la segunda actividad no son la excusa a tres legislaturas de nula renovación en la plantilla de la Policía Local de Alzira y que ha derivado en la situación actual. El Sr. Candela no respeta derechos ni dignidades.
El envejecimiento de la plantilla de la Policía Local de Alzira es evidente e imparable a día de hoy. La media de edad es de 45 años.
No ha existido jamás un proyecto en todos estos años transcurridos de legislatura de rejuvenecimiento de la misma, ni interés o preocupación en convocar públicamente las plazas que dicha circunstancia exigía ni a corto, a medio, o largo plazo; en realidad, no existe ni ha existido la más mínima planificación en el futuro de este colectivo que debe prestar un servicio de calidad y profesional de seguridad y de emergencias que la ciudadanía reclama.
Ahora, el Sr. Candela se dedica a culpar a los propios trabajadores de la merma de efectivos en el colectivo, sin reconocer en ningún momento que la única causa del problema es la deficiente gestión política llevada a cabo, y el menosprecio y la burla mostrados ante las continuas reivindicaciones y movilizaciones realizadas por los trabajadores que solicitaban nuevas incorporaciones en este colectivo.
Solo hay un responsable de la situación actual: los que gobiernan que han tenido y tienen en su mano la gestión de los servicios públicos.
La segunda actividad se legisló con la finalidad, ante la exigencia profesional que reclamaba la ciudadanía para prestar dicho servicio policial, de que aquellos trabajadores que por las condiciones propias de la edad o por la reducción de sus circunstancias psicofísicas, pudieran realizar otras funciones, que no carentes de necesidad de servicio público, fueran diferentes a las prestadas en la vía pública.
Tampoco parece ser que al Sr. Candela le preocupe lo más mínimo la escandalosa y fracasada herencia política que pueda transferir a su sucesor en el cargo público que ostenta en la actualidad y que puede irremediablemente incapacitar a la ciudadanía alzireña de un servicio público de respuesta eficaz ante las exigencias actuales que demanda la sociedad. Resta en el umbral de la incógnita si en el examen de final de legislatura, que deberá calificar la máxima Autoridad local, el Sr. Candela aprobará.
Ante las manifestaciones públicas del Sr. Candela, los sindicatos representantes de los trabajadores aquí adheridos solicitan la necesidad en bien del colectivo y principalmente de la ciudadanía alzireña, de su cese o dimisión en el cargo político que ostenta a día de hoy.
La voluntad de servicio público a la ciudadanía alzireña en el colectivo de la Policía Local seguirá siendo la premisa básica de actuación entre sus trabajadores. Otro asunto muy diferente y que no debe ser combinado con lo anterior, es la voluntad de su director político.
CSI-CSIF, FSP-UGT y CCOO