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La cuarta edición de la “Maerà” de Antella recuperó ayer la tradición de emplear el rio Xúquer para el transporte de madera, actividad que está pendiente de su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
Los gancheros antellanos de la Associació Cultural de Maeros del Xúquer se encargaron de conducir un total de 50 toneladas de troncos desde aguas arriba de la Assut de Antella hasta esta construcción hidráulica. Una vez la madera llegó al Assut, el más de medio centenar de piezas fueron extraídas del agua con la ayuda de caballos, como se ha venido  haciendo durante más de ocho siglos.
Se tiene constancia de esta actividad desde al menos el siglo XII; práctica que se acabó abandonando en los años 60 por la construcción de presas y el desarrollo de más y mejores medios de transporte que condenaron al transporte fluvial de madera a su desaparición. La asociación de gancheros antellana pretende conmemorar y recordar esta actividad que durante siglos se empleó para transportar los troncos de madera desde donde se cortaban, en las partes altas del río, hasta las grandes ciudades y la costa.