El proyecto de un vertedero de residuos inertes y una planta de tratamiento de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) en la cantera de Llaurí, impulsado por la empresa gestora de la misma, Canteras y Áridos Llaurí SL, acaba de encontrar un nuevo escollo para su puesta en funcionamiento. El Consell ha emitido un informe de impacto ambiental, fechado el pasado 28 de febrero, en el que estima «no aceptable» la instalación de estas infraestructuras. Leer noticia completa en levante-emv.com