Alzira es una ciudad en la que predomina en muchos de sus entornos la desidia y el abandono; de ello hemos dejado constancia en bastantes entradas. Pero si alguna zona concreta se lleva la palma es la famosa rotonda de Les Fulles, denominada también en valenciano macarrónico como "La rotonda dels llansols", por ser el lugar apropiado para anunciar en sábanas colgadas que alguien se casa, cambia una freidora de patatas por un orinal o vende a su suegra.
Si uno es de Alzira, no pasa nada, queda en casa, pero todo aquel que nos visite, ésta es la primera imagen pachanguera que tiene de nuestra ciudad. Allí hemos visto de todo, la hemeroteca es sabrosa y esperpéntica, mejor no recordarla.
Lo de hoy es cachondo de verdad. Junto a la rotonda existe una zona ajardinada en la que luce habitualmente una flora silvestre con todo tipo de hierbajos que le plantarían cara al mismo Rambo. De vez en cuando, nuestro Ayuntamiento quita las malas hierbas y pone unas florecitas de colores que duran cuatro días, pero como son pagadas con dinero público no importa. Las florecitas se van marchitando, ensombreciendo, se van poniendo grisáceas, negras... y vuelve a aparecer la espesura de maleza. Algo así como una evolución de las especies. Pues bien, esta vez han puesto las florecitas de colorines sin quitar la selva de "verdolagas". Vamos a ver, el razonamiento humano dice que primero hay que limpiar la maleza y después poner las plantitas. Aquí en Alzira se ponen primero las plantitas y después se quita la maleza. De momento llevamos 4 días con el panorama que podemos ver en las fotos. ¿Ustedes se imaginan a alguien con traje de boda calzando unas katiuskas verdes con barro de la pantanada? Pues algo así es lo que pasa en una de las entradas de Alzira por la que pasan a diario miles de coches.
"La rotonda dels llansols" es única en el mundo, exclusiva... Una manera como otra de hacer el ridículo.
No todo son florecitas de colores
Todos sabemos, menos quienes lo deben saber, que las marcas viales tienen por objeto regular la circulación y advertir o guiar a los usuarios de una vía para preservar el orden y la seguridad del tráfico. Pues bien, desde hace bastantes meses -en abril de 2014 ya estaba así (como última referencia segura)-, las marcas viales han desaparecido por el desgaste que supone el tránsito de miles de vehículos a diario y parece ser que a nadie le preocupa.
"La rotonda dels llansols" vuelve a estar llena de cartelitos atados con bridas que nadie quita. Se pudrirán con el tiempo, como se han podrido siempre, y quedarán las bridas. Nadie acude a quitarlos. Imagen lamentable por una evidente falta de cuidado, incivismo y dejadez. En la línea habitual...