La tolerancia y la convivencia entre el colectivo fallero y los ciudadanos es un asunto bastante delicado de llevar y regular por cualquier gobierno municipal. El alcalde de Alzira, Diego Gómez, ha manifestado su parecer al respecto en una rueda de prensa que llevó a cabo recientemente en el Instituo José María Parra de nuestra ciudad. Durante casi una hora contestó respondido a todo tipo de preguntas surgidas de la iniciativa de los propios estudiantes del centro.
Gómez reconocía que "el asunto de las fallas es un tema complicado" pero, a la vez, muy importante porque "mueve mucha economía".
Aceptó que en la actualidad la convivencia entre el colectivo fallero y los ciudadanos "es un problema" y que desde el gobierno municipal van intentar compaginar diversas cuestiones para que "se respeten ruidos,  horarios y haya más limpieza".
Quizá uno de los principales problemas urbanos en periodo de fallas sea el tránsito de vehículos por la ocupación de muchas vías, en gran parte por la colocación de casales y preparación de monumentos. En nuestra ciudad se han llegado a colocar casales con mucha antelación a la semana fallera, circunstancia por la que muchos ciudadanos han manifestado su malestar a anteriores corporaciones. Admitió que "cerrar las calles tanto tiempo en fallas dificulta la movilidad de los ciudadanos".  

 
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