Para Lola Botella, Ana Calatayud ha fracasado en sus acusaciones a políticos de Carcaixent

"Irresponsabilidad y personalismo"

La Sra. Ana Calatayud, Portavoz de UxV, intentaba hace unos días justificar, con muy poco éxito, su fracaso estrepitoso en los tribunales, en su enésimo intento de implicar a políticos y funcionarios municipales de Carcaixent en algún asunto ilegal. Su obsesión por conseguir una sentencia condenatoria que pueda justificar de algún modo su infructuoso paso por el Ayuntamiento, la llevó a recurrir reiteradamente una cuestión que sucesivamente archivaron hasta tres instancias judiciales (Fiscalía, juez y Audiencia Provincial) sin apreciar indicios de delito.
Poco importa la cuestión, los implicados o el procedimiento: lo único que parece importar es conseguir a toda costa una condena, sembrar la sospecha, propiciar el escándalo y buscar en la prensa los titulares necesarios para una promoción personal que debería justificarse en una larga lista de proyectos positivos para los ciudadanos. Por nuestra parte, Sra. Calatayud, esa lista incluye proyectos como el centro comercial, la mayor inversión realizada en Carcaixent en toda su historia, el Centro Integral de Mayores, la construcción de viviendas sociales en Cogullada, el nuevo Instituto, la reforma del entorno de la estación, el Centro de Día, la piscina cubierta, las reformas en la residencia de mayores, el campo de golf, la mejora de multitud de espacios públicos, la apertura de la avenida Joan XXIII y un largo etcétera.
En su caso, Sra. Calatayud, pasado ya el ecuador de esta legislatura, esa lista de proyectos positivos para Carcaixent continúa tristemente vacía y el beneficio que usted debería aportar a nuestros ciudadanos es más bien perjuicio y se concreta, de momento, en 5.800 € de gastos judiciales que pagaremos entre todos y un grave daño causado a la imagen no sólo del Ayuntamiento sino de la ciudad misma.
Intentando confundir a la opinión pública se confunde usted misma cuando cita los gastos que otros pleitos ocasionaron al Ayuntamiento, porque en ellos siempre fueron empresas o particulares los denunciantes, se produjeron contra personal o concejales del Ayuntamiento en el ejercicio de sus funciones y en todos los casos los implicados fueron absueltos.
Como ve, puede usted presumir de tener la exclusiva y las mejores marcas en cuanto a pleitos interpuestos contra su propio Ayuntamiento, contenciosos perdidos y gastos ocasionados al erario público.
Por otro lado, siendo usted Presidenta de una de las asociacies locales de empresarios, no deja de ser chocante que interponga denuncias y mantenga contenciosos contra varias empresas de Carcaixent.
Parece que le moleste que la situación económica municipal vaya mejorando, que el remanente positivo de tesorería permita aprobar las cuentas, que podamos empezar a aliviar la presión fiscal rebajando tasas e impuestos, que se hayan reducido a la mitad  los plazos en los pagos a proveedores que seamos una de las ciudades que menos recursos destina a personal de confianza.
No nos extraña, porque es usted perfectamente consciente que ninguna de esas mejoras lo son por su colaboración y apoyo. Estas cosas no van con usted; lo suyo, como hemos dicho, son los escándalos, pleitos, contenciosos, ilegalidades…en esas cosas es usted conocida: esa ha sido su única y triste aportación a la política municipal en estos años.
A lo largo de todos estos años, las decisiones tomadas por este Equipo de Gobierno han buscado siempre el interés general y, por tanto, la mejor defensa de los intereses de todos los vecinos y vecinas de Carcaixent.
Son esos mismos ciudadanos los que, en ejercicio de sus derechos, valoran aciertos y errores para escoger aquellas opciones políticas que consideran más adecuadas y son ellos los que, en este caso, han decidido situarla a usted en la oposición.
No puede usted presumir de victimismos; no la presionamos, ni la desprestigiamos, ni lo haremos nunca, porque nuestra prioridad es trabajar por Carcaixent: eso es lo único que nos importa y a ello dedicamos todo nuestro esfuerzo.
Esta es nuestra forma de entender la política y nuestro modo de asumir la tarea de gobierno.