Posada de Maravillas ha cortado una oreja a un gran novillo de Guadaira, encastado y a más, y que fue premiado con la vuelta al ruedo. El extremeño puso de manifiesto su corte de torero clásico y de buen gusto, con pinceladas de calidad aunque a su labor le faltó un punto de reposo.
Por delante, Martín Escudero saludó una ovación tras pasaportar a un novillo manejable aunque falto de clase. El novillero madrileño anduvo tesonero y porfión en una labor que no llegó a transmitir.
Leer noticia completa en aplausos.es
._000234