Que en Valencia haga calor, no debe extrañarnos; que Alzira alcance los 38 grados parece tan probable como que nieve en Finlandia. Y, visto lo visto, parece que la probabilidad de que en la Comunidad Valenciana se aprueben proyectos de edificios públicos que no se ajustan a lo racional, es igual o superior a que alguien asuma responsabilidades. Que un colegio público construido hace 6 años, tenga tantas deficiencias, es una tomadura de pelo.
Comenzamos el curso con casos de desmayos, vómitos o mareos de alumnos de distintos centros y la consellera de Educación, María José Catalá, demostró su cabezonería e incapacidad para asumir y rectificar el adelanto de las clases en pleno verano. Aseguraba la consellera en aquel entonces que todo estaba dentro de la normalidad. Es decir, responsabilidad cero. Ahora con el caso del colegio público Gloria Fuertes de Alzira, y en plena campaña electoral, toca hacer lo contrario, suspender las clases aduciendo que es con el fin de evitar posibles perjuicios y efectos no deseados en la población escolar. No quiero ser malpensado, pero creo que en esta ocasión, los resultados de los barómetros electorales influyen en las medidas a tomar cuando el termómetro nos pone en alerta.
Estoy completamente de acuerdo en que se salvaguarde la salud de nuestros hijos y la del personal docente que tiene que trabajar en esta situación precaria y aguantando el sofocante calor de estos días. Pero, ¿qué hacemos con nuestros hijos?, ¿dónde se quedan estos días los pequeños?, ¿quién habla con el jefe para hacerle entender que hoy no voy a trabajar pero que me pague la jornada porque es cosa del calor?, ¿me subvenciona la conselleria una baby-sitter?, ¿vendrán los voluntarios del Partido Popular, que últimamente inundan las calles y parques de Alzira, a cuidar a mis hijos mientras cumplo con mi jornada laboral?, ¿O continuaremos viendo el paripé entre administración local y autonómica con el único propósito de ir dando largas y mensajes con muy buenas intenciones hasta que pasen las elecciones?
Es una pena pero las respuestas ya las sabemos.