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Quiero donar un árbol a Alzira
Opinión: Arianna Guardiola Víllora
La inversión en zonas verdes es de apenas 2 céntimos por metro cuadrado de suelo urbano, lo que implica que Alzira sea más gris que verde
Recientemente llegó a mis oídos que el Ayuntamiento de Alzira había aprobado sus presupuestos para el 2017. Mi curiosidad como ciudadana me llevó a buscar dichos presupuestos, documento que no he conseguido encontrar en la web del ayuntamiento. Para escribir esta propuesta tan solo cuento con la información publicada en prensa con un esbozo de los presupuestos a aprobar. Mi interés era la partida de Medi Ambient, en la que pude sumar que estaba pensado destinar algo más de 60.000 € para mejora del arbolado, peatonalización y movilidad (todo junto) y unos 65.000 € mas, a cargo de los presupuestos de la Diputación para arbolado y mobiliario.
"Se pretende invertir 9 €/m2 en hierba de plástico"
No me pareció una gran inversión, teniendo en cuenta que, según dicho artículo, está previsto invertir 90.000 € en un nuevo campo de hierba artificial. Considerando que la superficie de un campo de fútbol es alrededor de una hectárea (10.000 metros cuadrados), se pretende invertir 9 €/m2 en hierba de plástico, mientras que, suponiendo que la mitad de los 125.000 € de la partida de Medio Ambiente fuera para árboles, y que la superficie urbana de Alzira supera las 270 hectáreas (medido burdamente en la web del catastro, dado que es otro dato que la web del ayuntamiento no proporciona) la inversión es de apenas 2 céntimos por metro cuadrado de suelo urbano. Efectivamente, los números me dicen que no es una gran inversión.
Y no es que Alzira no necesite zonas verdes, de nuevo acudo a la red, donde Google maps me muestra esta imagen (foto 1), más gris que verde, de la zona urbana.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que la cantidad ideal es de 15 metros cuadrados por habitante. No sé cuántos metros cuadrados de zona verde tiene Alzira, en la web de urbanismo no he podido encontrar un solo plano con las zonas verdes señalizadas y cuantificadas. La única información que puedo aportar es que tiene 44.690 habitantes (INE 2009) y por tanto sería recomendable que tuviera al menos 446.900 metros cuadrados de zonas verdes.
Llegados a este punto, sólo sé que no sé nada: no sé cuántos metros cuadrados de zonas verdes tiene la ciudad, ni si estamos dentro de los estándares que la OMS recomienda, no sé cuánto dinero se va a invertir en mejorar esta situación en los próximos años, y no sé dónde están esas zonas verdes.
¿Se imaginan?
Un bosquecillo creado por y para la población...
Un bosquecillo creado por y para la población...
Sin embargo, esta carta no pretende ser sólo una crítica, mi intención es aportar ideas y soluciones, a pesar de no contar con suficientes datos de partida.
El título de la misma lo dice todo. “Quiero donar un árbol a la ciudad”. Quiero contribuir a la creación de zonas verdes en Alzira, y aprovechando que se acerca el "Día del árbol" quiero proponer una iniciativa a la concejalía de medio ambiente. La idea es que el ayuntamiento facilite y anime a los ciudadanos a crear un área verde en la ciudad, una que esté en proyecto o una en proceso de consolidación. Que aprovechando que los árboles se plantan en invierno, los ciudadanos acudan con el árbol que quieran donar (habría que hacer una lista de árboles recomendados, acorde con las condiciones climáticas de la ciudad). Y ese día, el día del árbol, o cualquier otro elegido por el Ayuntamiento de Alzira, (preferiblemente en fin de semana) los servicios de parques y jardines marcarían los agujeros donde se pueden plantar, manteniendo cierta distancia entre ellos, y ayudarían a los ciudadanos a plantar su árbol.
¿Se imaginan? Un bosquecillo creado por y para la población, con árboles que no sigan una cuadrícula, árboles que reflejen la diversidad de los habitantes, árboles de distintas especies (no la homogeneidad de las palmeras de Luis Suñer, o los naranjos de Santos Patronos), un lugar donde pueda convivir un olivo con una casuarina o una mimosa.
Haciendo partícipe a la población se consigue que vea el proyecto como algo suyo, algo que cuidar y de lo que estar orgulloso, algo que puede ir creciendo año a año, y cualquier excusa es buena para plantar un árbol: el año que nació mi hijo, el año que nos casamos, el año que me gradué… recuerdos que van incrementando el patrimonio arbóreo de la ciudad.
Y ya puestos a pedir, y habiéndome sido imposible localizar las zonas verdes de la ciudad (existentes y previstas), me gustaría plantar un árbol en la esquina en la que se encuentra el carrer Rambla con Blasco Ibáñez (véase foto 2).
En ese triángulo utilizado de aparcamiento improvisado cuando no está cubierto de agua. En ese suelo que la web del catastro me dice que es la misma finca catastral que la plaza Rambla, y que por tanto entiendo es de propiedad municipal, y si no pudiera ser, me conformo con el parque fluvial, un espacio cercano que me permita acercarme paseando a ver cómo crece mi árbol. (No quiero plantar más pinos en la Murta, pido poder plantar árboles urbanos en entornos urbanos).
Y es que creo que está fuera de toda discusión que es necesario aumentar el número de árboles de la ciudad. Todos sabemos que los árboles fijan el CO2, ese anhídrido carbónico que irremediablemente producimos con nuestra actividad diaria. Siendo cierto que no podemos reducir nuestra huella de carbono a cero, si que tenemos que intentar compensarla.
Arianna Guardiola Víllora
El Sis Doble no corregeix els escrits que rep. La reproducció d'aquest text és literal; fidel a les paraules, redacció , ortografia i sentit de l'autor/s
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