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Miembros de la Comunidad de Regantes del Valle de Càrcer y Sellent han recogido firmas de más del 10% de socios para pedir que se realice una asamblea extraordinaria donde se lleve a cabo una auditoría de cuentas y obras. Una decisión que se ha tomado por el malestar que existe entre parte de los comuneros por la posible privatización de la entidad de riego debido a su situación económica. «Nos negamos rotundamente a que se privatice. La gente está muy molesta porque aumentará mucho el coste del agua», explica uno de los socios, Pepe Botella.
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