Hoy ha sido un día especial para nuestra firma. Hoy culminamos con este acuerdo una relación de muchos años con la marca que nos ha ayudado a llegar donde estamos. Ha sido un día que recordaré siempre, un día de suma importancia para mi equipo y para mí. Pero al fin y al cabo un día; con sus horas y su tiempo exacto. Tiempo que hemos aprovechado para presentar el acuerdo y para mostrar unas pinceladas de lo que supone todo esto para nosotros, para mí.
Me apetecía pararme un momento y utilizar unas líneas para describir, con tranquilidad, lo que ha significado y significa mi relación con Revlon Professional. Para que tú, que lo estás leyendo, ya con más tranquilidad puedas entender mejor lo que hemos tratado de explicarte hace un rato en la rueda de prensa.
Esta relación comenzó entre 2011 y 2012. En aquel momento éramos un salón muy pequeño, con gente muy joven pero con ganas de ver mundo y mucha ilusión en nuestras mochilas. Un día nos decidimos a presentar una de las primeras colecciones que hacíamos y, contra todo pronóstico, nos llevamos nuestro primer Fígaro. Después de años de mucho trabajo y de buscarnos un hueco, las marcas de productos nos veían interesantes y creían que podíamos aportar algo a la peluquería nacional e internacional.
Tras años de asistir a los cursos de mis compañeros y de llegar a acuerdos de compra para poder ver a los grandes en directo, ahora, llamaban a nuestra puerta para que la abriéramos y enseñáramos a los demás lo que hacemos. Menudo cambio.
Después de muchas reuniones y de escuchar ofertas me topé con una gente de Barcelona que como yo, tenían las cosas muy claras. Ell@s venían a explicarme que tenía un futuro prometedor pero que era eso, un futuro. Necesitaba que comenzar desde abajo, labrarme mi nombre y mi carrera, pelear con mi equipo para hacer brillar nuestra firma, fortalecerla y que dejara de sonar para pasar a ser conocida. Y ellos, estarían allí, a nuestro lado, tutelando ese cambio.
Mira, dejé mi antigua profesión y me puse a estudiar peluquería más tarde que el resto y en algún momento me dijeron que no terminaría. Mientras estudiaba, convertí el garaje de mis padres en un salón clandestino, también me dijeron que me costaría mucho salir de allí. A los dos años de salir de la academia me monté mi propio salón en una ciudad donde trabajaban muchos profesionales consagrados, ya que mi tierra es una tierra de grandes estilistas y todos los conocemos. Me dijeron que lo tendría muy difícil e iba a ser un camino muy duro. Estamos acostumbrados a escuchar que no podemos hacerlo, nos crecemos ante los retos. Seguro que esta lección de vida me ha dado una visión más cruda y realista, pero cuando alguien me demuestra que va de frente me tiene ganado. Así me pasó con Revlon Professional y así comencé con ellos.
No voy a mentir ni a regalar mis palabras porque no me gusta. Ha sido una relación de más de siete años, que como todas las relaciones ha tenido sus altibajos. Hemos celebrado juntos nuestros éxitos, ellos me han mostrado el mundo más allá de mi ciudad y de España y hemos compartido grandes comentos juntos, desde su enorme equipo comercial, donde he conseguido amigos, pasando por su equipo técnico y terminando con la gente de su junta directiva. Si desde el exterior se ve una gran marca, nosotros hemos visto personas.
También hemos peleado, ambas partes, cada acuerdo al que hemos llegado. Pero nunca nos hemos sentido solos, y siempre hemos tenido el respaldo de una gran marca como Revlon Professional a lo largo de estos años. No se trata sólo de números, aquí vengo hablar de sensaciones, sentimientos y personas, gente que nos ha hablado de ‘tú’ y nos ha demostrado que no somos un número. Sé que en los negocios es peligroso mezclar corazón y cabeza pero cuando tus entrañas te dicen lo contrario creo que hay que hacer caso a ese instinto y mi marca, Revlon Professional, no sólo ha trabajado con nosotros de la manera más diligente, también nos ha movido algo en nuestro interior, y han conseguido colarse dentro de nuestra pequeña familia.
Las buenas relaciones hay que cuidarlas y la mejor manera de hacerlo es confiar unos en otros. Por eso estamos aquí, firmando este acuerdo y diciendo al mundo que confiamos unos con otros y que vamos a seguir creciendo juntos. Por muchos años más, seguiremos siendo Revlon Professional.
Salones Carlos Valiente