Cristales rotos, muebles y sanitarios sustraídos, la vegetación que crece de manera descontrolada, electrodomésticos que faltan y destrozos en la carpintería, en grifos y encimeras. Aunque no lo parezca, esa estampa corresponde a un adosado de nueva construcción, ubicado en un idílico barrio residencial a las afueras de l'Alcúdia de Crespins y culminado alrededor de 2010.
De los más de veinte inmuebles que la urbanizadora Llanera SL promovió junto al ayuntamiento en el sector Batán de Aparicio-Miravall de la localidad, sólo dos están habitados hoy por hoy.
En el resto de viviendas, los únicos inquilinos son los saqueadores espontáneos que llevan meses desvalijando las casas, aprovechando el abandono de las mismas y la ausencia de vigilancia para sustraer todos los elementos de valor de su interior. Los pocos residentes del área han manifestado su malestar ante la falta de seguridad y el abandono de las zonas ajardinadas.
La urbanización, en la actualidad propiedad de un banco, se ha topado con problemas desde su planteamiento, hace unos seis años.
La primera urbanizadora, Llanera SL, tuvo que subrrogar el proyecto urbanístico como consecuencia de su proceso concursal y la constructora que reemprendió las obras, Easy Tab, también terminó por abandonarlas sin llegar a culminar el proceso, por problemas económicos. Leer noticia completa en Levante-EMV.