Saquean una finca de Alzira y se llevan la puerta de acceso y los cables de la luz
Viernes, 11 de abril de 2014 | e6d.es
• El presidente de la comunidad denuncia ‘amenazas’ y pide al Consell que intervenga para solucionar los problemas del edificio
Entrar en el rellano de acceso a las viviendas de la finca de la calle Sueca, 29 de Alzira es, como dice el propio presidente de la comunidad de propietarios, Francisco Cuenca, «volver a un escenario de la guerra de Bosnia». Lo primero que llama la atención es la falta de puerta de acceso. La misma fue robada «hace cerca de tres meses» y aún no ha sido repuesta. Unos pasos después, un cajetín de la luz sin cable demuestra que los ladrones han sido exhaustivos en llevarse todo lo que tenían a mano para, posteriormente, tratar de venderlo en el mercado negro. El pasillo que conduce a las diferentes escaleras de acceso a las viviendas también ofrece una imagen de suciedad y varios de los paneles de aluminio de los laterales también han sido arrancados. Algunos aún resisten en su lugar. Los espacios comunes de la finca, no así las viviendas, carecen de luz y los ascensores tampoco funcionan, «lo cual provoca que, por las noches, tengamos que ir con linternas para evitar que pueda haber alguna caída». Además, algunos de los buzones han sido arrancados «y el cartero deja las cartas sobre la escalera porque no sabe dónde hacerlo». La falta de puerta de acceso también ha causado que, sobre todo por las noches, «entren indigentes». Incluso, la Policía Local «nos ha dicho, cuando ha venido por aquí, que tenemos que tener una puerta por nuestra propia seguridad». En el interior de una de las habitaciones situada en este espacio común y que se tenía que usar por parte de la comunidad de propietarios «incluso el pasado 18 de marzo encendieron fuego», los restos del cual aún eran visibles. El estado de la finca es tan lamentable «que cuando viene un médico se echa las manos a la cabeza», reconoció Cuenca, quien mostró su deseo de irse a vivir a otra parte: «Llevo viviendo once años aquí y no puedo más. Le he pedido al Ayuntamiento una casa porque ni yo ni mi pareja podemos más. Cada uno cobramos 350 euros al mes. Mi pareja está enferma y yo soy pensionista», explica el presidente de la comunidad, de 55 años de edad quien recuerda que, después de trabajar mucho tiempo como basurero, contrajo una enfermedad que requirió del paso por un quirófano y su posterior jubilación anticipada. Este vecino también destaca que hace «un año o dos, se podía ir viviendo», pero la situación de tensión se ha ido incrementando en los últimos meses «e incluso he recibido amenazas cuando le afeo la conducta a algunas personas por lo que hacen». Aunque la situación parece haberse tranquilizado durante las últimas semanas, después de que la familia presuntamente autora de los saqueos abandonara la finca, tal y como explicó este vecino, Cuenca teme que pueda haber nuevos robos debido a las facilidades con que cuentan los ladrones al no haber puerta en el acceso al edificio. La finca, en la cual viven alrededor de 27 familias, es propiedad de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (Eige), entidad conocida anteriormente como el Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa). Los vecinos abonan un alquiler que varía según las rentas pero que, en el caso de Cuenca, está alrededor de los 80 euros al mes. LAS PROVINCIAS se puso en contacto con fuentes de la Conselleria de Infraestructuras, entidad responsable de este tipo de viviendas, sin que ofrecieran respuesta alguna a las quejas lanzadas por parte de este vecino. Cuenca sí reconoció que en ocasiones reciben visitas de trabajadores de este organismo. El presidente de la comunidad de propietarios también lamentó que Eige les deba «un año de pago de las cuotas de comunidad por los siete pisos que hay vacíos», cantidad que no supo concretar pero que podría servir para realizar algunas reparaciones. Incluso en alguno de los ascensores se cuantifica mediante un cartel la cantidad de dinero necesaria para que estos vuelvan a funcionar: 250 euros. Francisco es consciente de que la situación puede ir a peor e incluso pueden llegar a declarar la insalubridad del edificio si no se produce una actuación en él. Manuel García. Leer noticia completa en lasprovincias.es.