Las dos piscinas municipales de Sumacàrcer cerraron sus puertas anteayer sábado debido a un acto vandálico. Los empleados municipales, cuando llegaron a las instalaciones, vieron que al agua habían tirado una buena cantidad de aceite, huevos y gravilla; esta última fue arrojada envuelta en bolas papel para que al deshacerse se esparciera por toda la piscina.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado cuando, al parecer, varias personas saltaron las vallas que delimitan el perímetro de la zona para llevar a cabo la gamberrada que, lógicamente, perjudicó a los vecinos de la localidad.
Los empleados municipales tuvieron que trabajar durante toda la jornada del sábado para que todo volviera a la normalidad ayer domingo.
“No es la primera vez que se producen este tipo de incidentes en la población, casi todos los años por estas fechas se repiten este tipo de gamberradas”, declaró un vecino de Sumacàrcer a nuestro diario.
Carlos Ramírez