Un nicho vacío con foto en Alberic

Una vecina de 79 años prepara con detalle su entierro tras perder a sus familiares más próximos y coloca su imagen en el cementerio para que todo esté a su gusto cuando fallezca

Adelantar la lápida a la muerte. El tramo del nicho familiar en el que será enterrada está vacío, pero su fotografía ya figura en él. Isabel Calabuig perdió hace un año a su marido y, al renovar las fotos de una lápida conjunta en la que también está su hijo, decidió poner la suya. Tiene su entierro perfectamente preparado.
Su fotografía ya preside la lápida familiar en el cementerio de Alberic, aunque no ha habido entierro. Isabel sigue viva y, pese a los problemas de movilidad propios de sus 79 años, desprende vitalidad al hablar. El carácter perfeccionista que le acompaña desde que, de joven, trabajó como modista y el hecho de haber perdido a su familia más próxima le han llevado a dejar preparado su entierro hasta el último detalle. Poner la fotografía en la lápida ha sido lo más llamativo y ha provocado que incluso la pararan al verla por el supermercado que frecuenta junto a sus casa. "Isabel, ¡qué susto nos diste el otro día! ¿Cómo se ha podido morir sin habernos enterado", relata que le han llegado a comentar. Ella recuerda que falta la inscripción y la poesía que ha dejado escrita para el día en que sea enterrada junto a su marido y su hijo, que no duda en recitar de memoria.
"Estoy sola, quiero que las cosas se hagan a mi gusto y no tengo a nadie para que el día que falte haga lo que yo querría", comenta Isabel Calabuig, que después de enterrar a su marido en septiembre de 2012 junto al hijo que perdieron en un accidente hace casi 25 años decidió renovar las fotos de la lápida, en la que también figura la de la novia de su hijo fallecida en el mismo percance de tráfico. Su fotografía se quedó en un cajón hasta que decidió que para tenerla en casa la llevaba al cementerio. "Pepito, yo vendré cuando me toque, pero la foto la voy a poner", relata que confesó a su marido, mientras señala que hace unos años le diagnosticaron una displasia cardiaca -"lo que tenía el futbolista Antonio Puerta", aclara- por lo que existe un riesgo de que un día se desplome sin aviso previo y no tenga tiempo para nada más. Leer noticia completa en levante - emv.com