La crisis agudiza el ingenio. Es el caso de Vicente Mora, un vecino de Carlet de 47 años que el pasado 1 de mayo puso en marcha una franquicia de Eternalia, empresa murciana que se dedica a la limpieza y el mantenimiento de tumbas, nichos y panteones. "Lo vi en la televisión, me pareció una buena idea y no tenía otro modo de buscarme la vida, y decidí abrir la franquicia", explicó Mora.
"Causa respeto entrar en un cementerio a trabajar, pero al final te acostumbras; el primer día me sentí solo, no hablé con nadie porque aquí es casi imposible, pero te acostumbras", aseguró este antiguo trabajador de la construcción que, sumido en el paro, decidió lanzarse a la aventura con esta empresa. El sector, en Valencia, se desarrollaba hasta el momento en el ámbito de la economía sumergida. "Competencia hay mucha, pero en economía sumergida; espero que eso se vaya acabando, y creo que habrá faena para todos", señaló el propietario de Eternalia Valencia. Rafa Muñoz.
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