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«Sí crees que algo es imposible, tú lo harás imposible». Se trata de una de las célebres frases de Bruce Lee. Estefanía Almela Cervera (Turís, Valencia, 10/11/1987) la verbaliza, pero proyectada en su mirada y cuando cuenta cada uno de los capítulos que han dado forma a su narrar por el taekwondo, conviviendo al tiempo con una lesión crónica que le afecta a los gemelos. Unas angustiosas molestias que le lastran desde 2005, pero para ella no son, ni quiere que sean, una barrera. Cree a ciegas en esos valores vinculados a este arte marcial: Disciplina. Respeto. Coraje. Fuerza. Valentía. Y la valenciana, inquebrantable en sus ganas e ilusiones, avaladas por sus cualidades y sus éxitos, está decidida a que nada se le presente como un imposible.
Estefanía no ve su vida sin el taekwondo. «No me quites ni una sola hora de entrenamiento», dice. De niña practicaba otros deportes, pero si algo le llamaba la atención eran las películas de artes marciales. Conoce toda la filmografía de Lee. «De mi infancia, recuerdo más las películas de acción que de dibujos», cuenta la deportista, que empezó con 12 años a tomarse esta disciplina muy en serio.
José Zafrilla, su actual entrenador, le abrió las puertas tras una exhibición celebrada en Turís y empezó a entrenar. Siempre yendo más allá de una clase con los niños de su edad. Luego sobrevino el momento clave. Un torneo en Castellón. «Cuando vi lo que era el taekwondo de competición dije que yo ya no quería el de mantenimiento». Tras unos buenos resultados en un campeonato para promesas de la Comunidad Valenciana, el seleccionador regional, José Jesús Márquez, que fue campeón del mundo, y es el actual seleccionador nacional, habló con sus padres para que Estefanía entrase en los planes de deporte de alto rendimiento en Cheste. Lanzada, logró ser subcampeona de España junior y primera en categoría absoluta. Y le siguió otro gran año con triunfos en el nacional junior, cadete y sub-21. La Federación española la becó para seguir su preparación en el CAR de Barcelona, donde estuvo de la temporada 2005-06 hasta la 2010-11. Pero empezaba entonces su particular calvario con las lesiones.
Potenciación táctica
«Entré en Barcelona el 15 de agosto de 2005 y el 30 me operaron», recuerda Estefanía, quien desde entonces ha llegado a ser intervenida hasta en cuatro ocasiones de su lesión en los gemelos. Sufrimiento continuado, pero la taekwondista nunca ha bajado los brazos. Tampoco cuando tuvo profesores que dudaron de sus problemas, certificados con el tiempo como crónicos.
«Ahora estoy con un tratamiento con bótox. Parece ser que mi musculatura, sobre todo el gemelo, hipertrofia muy rápido y entonces vaso construye las arterias y en momento de competición, cuando más sangre necesito, no llega la suficiente. Una cosa que todos los entrenadores han destacado siempre es que debido a la lesión he tenido que desarrollar más el nivel táctico. Con el nivel táctico y las carencias físicas que tengo es con lo que de momento estoy compitiendo», explica Estefanía, que confía absolutamente en sí misma, pues ha tuteado a medallistas mundiales y olímpicas y se dice «dónde podría llegar de no ser por la lesión».
La deportista valenciana piensa en Río de Janeiro 2016 y por el camino apuesta ahora por realizar un gran ciclo olímpico. Citas nacionales, europeas y mundiales hay para sumar los puntos necesarios. Cree en sus posibilidades. Antes de iniciarse en el taekwondo se reconoce como una niña insegura, con poca confianza, pero su deporte le cambió absolutamente. «Gracias al taekwondo soy mucho más fuerte mentalmente», dice.
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