Más de 400 parroquias de la archidiócesis de Valencia cuentan ya con los servicios de una Cáritas dentro de su comunidad parroquial tras la apertura de las de Fortaleny, San Antonio de Benagéber, Tous y Llanera de Ranes, según publica en su último número el periódico diocesano PARAULA.
Además, también cuentan con nuevas Cáritas parroquiales las poblaciones de Llombai, Catadau y Alfarp, que se constituyeron el mismo día ya que comparten el mismo párroco, así como Alcàntera de Xúquer, Cotes y Beneixida, que se han puesto en marcha en las últimas semanas.
En la actualidad existen 410 Cáritas parroquiales, según los datos facilitados por Cáritas Diocesana de Valencia, que prevé ampliar la red y constituir 20 más en los próximos cinco años, según consta en su Plan Estratégico de actuación para el periodo 2012-2017.
Esta ampliación se llevará a cabo “con una especial incidencia en aquellos municipios más pequeños, con el fin de poder realizar en plenitud la tarea caritativa de la iglesia”, según ha indicado Concha Guillem, directora de Cáritas Diocesana de Valencia.
Impulsadas por monseñor Marcelino Olaechea
El origen de las Cáritas parroquiales en la archidiócesis de Valencia se remonta al año 1048 cuando, en una de las primeras memorias del entonces llamado Secretariado Diocesano de Caridad, el entonces también arzobispo de Valencia, el siervo de Dios monseñor Marcelino Olaechea recomendaba que 'cuanto antes se constituya en todas las parroquias, sin que falte ninguna, el Secretariado de Caridad”.
En 1962 fue fundada Cáritas Diocesana de Valencia y fue veinte años después, cuando el número de Cáritas parroquiales constituidas empezó a aumentar, “debido a una fuerte apuesta de Cáritas Diocesana para impulsar la organización de la acción caritativa y social a través de la creación en cada parroquia de un equipo de Cáritas”.