Queremos hacer del día 26 de julio la fiesta de la gratitud, un día en el que los abuelos se vean reconocidos, en el que sean los protagonistas, el centro de la familia y de la sociedad, y también, porqué no, aprovechar la ocasión para hacer un llamamiento a las Administraciones sobre las necesidades sociales y materiales de las personas mayores. El Día de los Abuelos es una fiesta con una profunda raíz familiar, pero también tiene una dimensión social e institucional que no quisiéramos olvidar.
En estos años difíciles los abuelos están demostrando aún más si cabe su importancia social, poniéndose de manifiesto el especialísimo apoyo que muchos están dando a sus familias. A pesar de los pocos ingresos de los mayores y de las pensiones pequeñas, tantas veces insuficientes, hoy gracias a los abuelos muchas familias en España pueden llegar a fin de mes, pagar hipotecas, o permitirse que los jóvenes puedan seguir estudiando. Hoy hay muchos abuelos que han vuelto a acoger a sus hijos y sus familias, ofreciéndoles apoyo, techo y mesa. Y esto lo hacen renunciando a pequeños caprichos, aportando sus "ahorrillos" de toda una vida de trabajo, o quitándose el pan de la boca si hace falta. En estos tiempos de crisis, los abuelos están dando el "do de pecho" por sus familias. A veces pienso que esta solidaridad intergeneracional está evitando no sólo muchos disgustos, sino algún serio estallido social".
¿Por qué institucionalizar el Día de los Abuelos?
Mensajeros de la Paz, trabaja desde hace 16 años para que se institucionalice el Día de los Abuelos el 26 de julio, festividad de San Joaquín y Sana Ana -abuelos de Jesús-, tanto en España como en el resto del mundo.
Creemos que igual que existe el día del padre o el día de la madre, sería necesario establecer el Día de los Abuelos:
Un día para el agradecimiento por su apoyo constante, silencioso y, a veces, poco valorado;
Un día para el reconocimiento de su importante papel en la sociedad;
Un día para llamar la atención sobre las necesidades sociales, asistenciales y afectivas de los abuelos;
Un día para celebrarlo con cariño y admiración en todos los ámbitos, tanto en el familiar como en el público.
Celebrar el Día de los Abuelos, es más que un deber de agradecimiento, es un acto de amor, una devolución de ternura y sobre todo, una acción de reconocimiento respetuoso y alegre, para que al menos por un día, vuelvan a sentirse protagonistas.
El Seis Doble | Mensajeros de la Paz