“Abominable” condena a muerte de una mujer a causa de su religión
Amnistía Internacional ha lanzado una ciberacción a través de su centro de activismo para pedir su liberación
Meriam Yehya Ibrahim tiene 27 años y es cristiana. Ha sido declarada culpable de “adulterio” y “apostasía” por un tribunal de Jartum el 15 de mayo y está detenida con su hjio de 20 meses.
¿Por qué “adulterio”? Meriam se casó con un hombre cristiano de Sudán del Sur. Según la sharia (ley islámica) tal y como se aplica en Sudán, las mujeres musulmanas no pueden contraer matrimonio con hombres no musulmanes. Dicho matrimonio se considera adúltero y Meriam fue denunciada por un familiar. La condena: flagelación.
¿Por qué “apostasía”? Meriam fue educada como cristiana ortodoxa, la religión de su madre, porque su padre, musulmán, estuvo ausente durante toda su infancia. Durante su juicio se reiteró en su cristianismo y no quiso renunciar a su fe. La condena: la horca.
Amnistía Internacional considera que Meriam es una presa de conciencia, declarada culpable por sus creencias religiosas y su identidad, y debe ser liberada de inmediato. La criminalización del adulterio viola los derechos a la libertad de expresión y de asociación, y su aplicación discrimina invariablemente a las mujeres.
La pena de flagelación y el uso de la pena de muerte violan la prohibición absoluta de infligir tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes contenida en el derecho internacional de los derechos humanos. Amnistía Internacional se opone al uso de ambos en todos los casos sin excepción. También se opone a que la “apostasía” sea considerada un crimen porque es incompatible con el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Amnistía Internacional ha lanzado una ciberacción dirigida al Ministro de Justicia de Sudán, Mohamed Bushara Dousa, para pedir que sea liberada de inmediato. La criminalización del adulterio viola los derechos a la libertad de expresión y de asociación, y su aplicación discrimina invariablemente a las mujeres. La pena de flagelación y el uso de la pena de muerte violan la prohibición absoluta de infligir tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes contenida en el derecho internacional de los derechos humanos. Amnistía Internacional se opone al uso de ambos en todos los casos sin excepción. También se opone a que la “apostasía” sea considerada un crimen porque es incompatible con el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
-
0ComentarisImprimir Enviar a un amic
-
Notícies similars
-
James dice que no teme a la muerte. "Siempre estaré cuidándola"
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
La mujer fue castigada por haber mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio con su novio
Hi ha 5 comentaris / Llegir més
-
En Bathalapalli se tratan de media 35 casos mensuales; la mayoría son mujeres entre 28 y 35 años
Hi ha 0 comentaris / Llegir més