Sucedió en un abrir y cerrar de ojos: nos empeñamos en hacer varias cosas a la vez y el fino chasis del smartphone se deslizó por accidente entre los dedos y pese a los malabarismos evitando la caída, ésta fue inevitable. El móvil se dio de bruces contra el duro asfalto y aunque el golpe no había sido muy fuerte, ahí estaba, la pantalla del preciado terminal hecha añicos. Menuda broma. Intentamos tímidamente toquetear con los dedos el menú en un intento voluntarioso por viajar atrás en el tiempo y pretender que aquello no había sucedido. Esfuerzo inútil, claro. No hay estadísticas que nos den una idea del dinero que nos dejamos en sustituir la pantalla del móvil debido a desafortunados accidentes como el descrito, pero lo cierto es que es un suceso más habitual de lo que pensamos. Los fabricantes se empeñan en crear móviles muy atractivos y con una generosa pantalla que facilita su uso, al tiempo que el chasis es cada vez más fino y ligero. Los llamados 'dumbphones', o los antiguos Nokia o similares que sólo sirven para llamar y poco más, parecían diseñados para resistir cualquier impacto
Está claro que ninguna marca los fabrica teniendo en mente la caída y es que a la hora de comprar, el equipo entra por los ojos: un smartphone de primer nivel rodeado de goma por todas las esquinas no parece el mejor reclamo a la hora de desenfundar la VISA y deshacerse de 600 o 700 euros. Sin embargo, los llamados dumbphones, o los antiguos Nokia o similares que sólo sirven para llamar y poco más, parecían diseñados para resistir cualquier impacto: aquello se caía con violencia sobre el suelo y saltaba todo en mil pedazos. Pero nada se rompía. Se montaba todo de nuevo y aquella reliquia salía indemne del impacto, salvo por alguna muesca en el lateral.

Las pantallas rotas podrían ser historia
Pero las pantallas rotas en el móvil, ya sea por su sustitución o por los seguros que se contratan para cubrir este coste eventual, suponen un buen pico a fin de año. Por fortuna, parece que esto podría ser en breve historia.
¿Es posible? Parece que sí. Un equipo de investigadores de la universidad de Akron en Ohio ha desarrollado una pantalla, sobre el papel, irrompible. Hasta la fecha, los fabricantes de móviles emplean en las pantallas táctiles de los terminales actuales una capa de óxido de indio y estaño (ITO) que cuenta con la peculiaridad de ser extremadamente frágil. Ya se sabe, una caída tonta y aquello se resquebraja por todas partes.
Pues bien, este equipo dirigido por Yu Zhu, ha logrado crear una superficie que cuenta con la misma transparencia que el ITO pero es altamente flexible y cuenta con una gran conductividad, lo que la hace idónea para el uso en los dispositivos móviles. Lo curioso del asunto es que este descubrimiento que podría cambiar el rumbo de la industria de los móviles ha sido fruto del esfuerzo de un grupo de estudiantes dirigidos por Zhu en el marco de un proyecto universitario.
Este material ha sido probado ya y resiste sin alteraciones ser doblado hasta en mil ocasiones sin perder una sola de sus características, y lo que es más importante, su transparencia. Pero aquí no terminan las buenas noticias de lo que parece ser un hito en el proceso de fabricación de los móviles, y es que este nuevo material es muchísimo más económico que el cristal que se emplea en la actualidad, con lo que además de ahorrarnos disgustos y el coste de remplazar la pantalla, notaremos el ahorro al adquirir los nuevos móviles si finalmente se emplea en la industria. Leer noticia completa y seguir hilo de debate en elconfidencial.com