• ¿Puede nuestra actual crisis dirigirnos a una metamorfosis de nuestra sociedad? ¿Cómo podemos sostenernos en esta metamorfosis?
Nuestro mundo parece hundirse en una crisis cada vez más profunda. ¿Qué es una crisis? Si orientamos nuestra mirada hacia el futuro, se puede descubrir una crisis donde algo nuevo quiere brotar. Por ejemplo, el gusano de seda atraviesa una crisis cuando se larva, cuando su cuerpo se convierte en una sustancia lechosa sin forma. ¿Cómo puede una forma surgir de esto? ¿Puede nuestra actual crisis dirigirnos a una metamorfosis de nuestra sociedad? ¿Cómo podemos sostenernos en esta metamorfosis? Si intentamos encontrar un común denominador para la actual crisis, podemos convenir en que tiene todo que ver con una visión particular del mundo: la tierra, las plantas, los animales y por tanto, el ser humano se han convertidos en objetos, en cosas. Podemos hablar de la “cosificación del mundo”. En los últimos quinientos años la ciencia se ha limitado a lo que puede medir y lo que no es mensurable, o lo ha convertido en cifra o lo ha ignorado; por ejemplo, la relación entre agricultores y sus ganados, que no es mensurable pero es perceptible, ha sido ignorada y apartada como algo sin importancia. Dejando paso así a la industria agrícola (leer más en el artículo “El secreto de las relaciones” en la circular 101, verano del 2012). Este desarrollo tiene su importancia para la evolución humana: nos ha ayudado a liberarnos de los estrechos lazos de las tradiciones de las cuales provenimos. Ha ayudado a la gente para reafirmarse en su personalidad como Yo. La pregunta que surge ante la crisis de las individualidades que se han desligado de la tierra es: ¿Cómo reconectar de forma nueva, consciente y libre con la tierra? Esta es la tarea del alma consciente. La cosificación del mundo y de las criaturas aumentó a finales del siglo pasado y en la actualidad. Con el crecimiento del mercado de consumo todo se ha degradado a mercadería. El mundo entero está en venta; y recientemente, ¡incluso parcelas en la luna! Quien tenga suficiente dinero puede tener posesiones y así dificultar a otra gente el acceso a lo básico vital. Como vivimos en la era de la cosificación, “tener” es más importante que “ser” y por tanto la posibilidad de adquirir algo por uno mismo está siendo acaparado por aquellos que pueden permitírselo –en detrimento de todos los demás. Así el número de gente “sin” está en aumento (sin tierra, sin trabajo, sin casa, sin un duro, sin comida, sin voz, etc.) Toda esta gente son “excluidos”. También un gran número de seres vivos están también excluidos: tierras baldías, animales criados en factorías agrícolas, animales en extinción, plantas en extinción… Es importante comprender que la visión del mundo que convierte todo en objeto y mercancía no permite la existencia de ningún aspecto interior de las criaturas; sólo existe lo físico material. Sin embargo, más y más gente llega a otras visiones del mundo. A este respecto es interesante leer el estudio del sociólogo americano, Paul Ray. A modo de entrevistas realiza un estudio de investigación sociológica de la sociedad Americana desde hace diez años. Jean-Michel Florin. Leer noticia completa en noticiaspositivas.net.