Es necesario controlar el aumento global de las temperaturas y alcanzar los objetivos propuestos en el Acuerdo de París sobre cambio climático o de lo contrario podrían aumentar las muertes relacionadas con las temperaturas extremas. Esta es una de las principales conclusiones alcanzadas por un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicado en la revista Climatic Change Letters.
El Acuerdo de París, firmado en 2015 por 195 países dentro de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, es el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima. Para evitar un cambio climático peligroso, el Acuerdo establece un plan de acción mundial que pone el límite del calentamiento global muy por debajo de 2 °C , similar a los niveles existentes antes de la industrialización. También urge a los países a realizar esfuerzos adicionales para limitar el aumento a 1,5 °C.
Este estudio evalúa el impacto en la salud que tendrían las proyecciones de aumento de temperatura expuestas en el Acuerdo, tanto en el caso de los límites establecidos en París (1,5 °C y 2 °C) como con temperaturas mayores (3 °C y 4 °C), en 451 localizaciones distribuidas en 23 países de diferentes climas. Las estimaciones tienen también en cuenta cómo, según va subiendo la temperatura global, el incremento de las muertes por calor podría verse compensado por una disminución de las muertes por frío.
“Si las temperaturas aumentasen de manera global entre 3 °C y 4 °C, en lugar del 1,5 °C recomendado por el Acuerdo de París, la mortalidad por calor ascendería entre el 0,73% y el 8,86%. El en caso de España, los datos muestran un aumento de entre el 3,27% y el 6,29%”, explica el investigador del CSIC Aurelio Tobías, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua.
De la misma manera, si se registrase un aumento de 2 °C, las estimaciones mantienen un aumento de la mortalidad por calor, aunque menor, en regiones cálidas, como América del Sur, el sur de Europa y el Sureste Asiático, con un aumento de entre el 0,19% y el 0,72%. En regiones más frías la mortalidad asociada al aumento de las temperaturas se mantendría estable o, incluso, podría disminuir ligeramente.
Este estudio ha sido dirigido desde la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en Reino Unido.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas