Ariel Castro, quien se declaró culpable de violar, maltratar y secuestrar durante una década a tres mujeres de Cleveland (EE.UU.), fue sentenciado este jueves a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Antes de la lectura de la sentencia, Castro dijo que no es «un monstruo» y que está «enfermo» durante la audiencia en la que se conocerá su sentencia. «Creo que yo soy también una víctima», sostuvo Castro, de origen puertorriqueño, vestido con un mono naranja y con una crecida barba.
«Me gustaría pedir perdón», dijo escuetamente Castro ante el juez
Castro, que puede ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, relató que sufrió abusos sexuales cuando era joven y habló también de su adicción a la pornografía.
Por otra parte, Michelle Knight, una de las mujeres que estuvo cautiva en Cleveland (EEUU) durante más de una década, afirmó que Castro, su secuestrador, le «robó 11 años de su vida», que le puede perdonar, pero «nunca» olvidará, y que merece pasar el resto de su vida en prisión. «Lloré cada noche, los años se volvieron una eternidad», contó entre sollozos Michelle Knight durante la audiencia.
«Nadie debería tener que pasar por lo que yo pasé», agregó al recordar que cuando fue secuestrada en 2002 tenía un hijo de apenas dos años que se quedó «muy solo».
Leer noticia completa en abc.es