• El juez Ruz ordena la prisión incondicional y comunicada del extesorero del PP porque aprecia riesgo de fuga y para que no destruya pruebas
El juez Pablo Ruz ha ordenado el ingreso en prisión del extesorero del PP al apreciar que existe riesgo de fuga ante el cúmulo de pruebas en su contra que han aportado las últimas comisiones rogatorias y los informes de la Policía y de la Agencia Tributaria. Éstos han puesto de manifiesto que Bárcenas está vaciando las cuentas abiertas en bancos de dicho país que aún no han sido bloqueadas. El magistrado afirma en el auto de prisión que su encarcelamiento "es procedente para asegurar su presencia, evitando el riesgo de fuga y asegurando al mismo tiempo la preservación de fuentes de prueba relacionadas con los presuntos delitos objeto de imputación". El dinero de las cuentas que aún no han sido bloqueadas está siendo transferido a entidades financieras de EEUU y Uruguay. Un reciente informe de la Agencia Tributaria ponía de manifiesto que el extesorero podría ocultar más dinero del descubierto en los dos países antes citados y en las Bahamas. Para sorpresa de los presentes la fiscal fue más allá que las acusaciones y solicitó prisión incondicional. ADADE había reclamado previamente prisión eludible con una fianza cuya cuantía dejaba a la apreciación del juez. La Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la Policía descubrió inicialmente cuentas de Bárcenas en bancos suizos por importe de 22 millones de euros. El propio Bárcenas reconoció posteriormente ante el juez que llegó a acumular una fortuna de 38 millones de euros, y el último informe policial elevó el importe hasta los 48,2 millones de euros. Bárcenas compareció ante el juez Ruz por espacio de dos horas. Rompió así la advertencia de no volver a declarar que hizo la última vez que el instructor le citó, consciente de que hoy estaba en juego su ingreso en prisión, como finalmente se confirmó. Tras prestar testimonio aguardó en unas dependencias de la Audiencia Nacional a que se celebrara la vistilla solicitada por la acusación popular que ejerce ADADE para reclamar medidas cautelares que se ha demorado hasta siete de la tarde. La fiscalía ya solicitó el pasado miércoles una fianza de 28 millones de euros para hacer frente a las posibles responsabilidades civiles. De no hacerla efectiva el juzgado procederá al embargo de sus bienes. Después de Bárcenas declaró durante cuarenta minutos su esposa, Rosalía Iglesias, que abandonó las dependencias judiciales sin hacer ninguna declaración. El último en testificar fue Iván Yáñez, uno de los testaferros de Bárcenas, también imputado en la causa, que quedó en libertad. Leer noticia completa en eldiario.es.