El ex gerente del PP, Luis Bárcenas, declaró el pasado lunes ante el juez de la Audiencia Nacional que entregó dinero negro procedente de la contabilidad b del partido para pagar la defensa de los militares acusados de la tragedia del Yak-42. Este hecho, que siempre ha sido negado por el ex Ministro de Defensa, Federico Trillo, quien nunca llegó a sentarse en el banquillo, demostraría que la defensa de los militares fue manejada desde bambalinas por el exministro y actual embajador en Londres. El caso Yak-42 dio lugar a dos procedimientos judiciales, uno por los errores en la identificación de los cadáveres, que acabó con la condena de un general y dos comandantes, y otro por las irregularidades en la contratación del vuelo, en el que llegó a estar imputada la cúpula militar de la época, y que fue finalmente archivado. El sucesor de Trillo, José Bono, se negó a pagar la defensa jurídica de los militares acusados, ya que las 62 víctimas del siniestro también pertenecían a las Fuerzas Armadas.
Los papeles de Bárcenas, que él mismo autentificó, incluyen pagos a Trillo por valor de 51.000 euros a partir de julio de 2003 –el accidente aéreo fue el 26 de mayo de aquel año—y hasta julio de 2006. Pero no fue este el único dinero negro que recibió Trillo. Bárcenas explicó que se decidió pagarle una compensación económica por dejar de ser presidente del Congreso para pasar a ser ministro de Defensa y que como Álvaro Lapuerta, tesorero, no estaba de acuerdo, tuvo él que entregárselo personalmente en un sobre.
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