“Mi padre dice que los pájaros son muy listos y si los observas detenidamente puedes aprender mucho de ellos”. Así da comienzo el cortometraje "Binta y la gran idea", dirigido por Javier Fesser. Una pequeña gran historia que forma parte de la película “El mundo a cada rato”, en la que cinco directores muestran su propia visión sobre las distintas realidades que afectan a la infancia y por las que UNICEF trabaja en todo el mundo.
En esta pequeña pieza, ambientada en algún lugar del Senegal rural, se desarrollan dos historias en paralelo. Por una parte, la del periplo del padre de Binta, que porta la carta de la pequeña a las autoridades senegalesas con su gran idea y, por otra, la de su prima Soda, a la que su padre no permite ir a la escuela con los demás niños. La simpática ocurrencia de Binta se acaba transformando en una gran lección dispuesta para agitar conciencias, cuestionando la supuesta superioridad del pensamiento hegemónico occidental.
Además, el cortometraje pretende llamar la atención sobre la importancia de la alfabetización de las niñas en África y de las dificultades que organizaciones como UNICEF encuentran para ello.