“A primera hora de la mañana limpio el establo, recojo el estiércol y lo introduzco en la planta de biogás mezclándolo con unos 50 litros de agua. Así el gas está listo y lo puedo utilizar para cocinar durante todo el día”, cuenta Venkatalakshmi, propietaria de una de las 4.697 plantas de biogás instaladas por la Fundación Vicente Ferrer (FVF) en el distrito de Anantapur desde el inicio del proyecto.
La rutina de Venkatalakshmi es imprescindible para aprovechar las aplicaciones de las plantas de biogás. “Es un proyecto que previene la contaminación y la deforestación, mejora la salud de las mujeres, y representa una fuente de ingresos… Sus beneficios se observan en todos los aspectos de la vida cotidiana” explica Nageswara Reedy, director del Sector Ecología de la FVF.
Este método de energía renovable es uno de los proyectos que la FVF promueve para dar respuesta a uno de los problemas más graves del distrito: la desertificación, la escasez de agua y la desaparición de plantas forestales. “Para solicitar una planta de gas, las familias deben tener, al menos, cuatro cabezas de ganado ya que diariamente producen los 50 kilos de excrementos necesarios para el funcionamiento de la planta de gas”.
Más allá de la energía renovable
“Desde pequeña he estado en contacto con el humo de la leña porque era lo habitual. Tenía problemas de visión y me escocían los ojos. Siempre hemos cocinado con leña hasta ahora y lo noto, los ojos ya no me duelen”, cuenta Venkatalakshmi.
Según la Organización de Naciones Unidas, el 85% de los hogares rurales de la India utilizan leña. Nageswara Reedy confirma que “las que más sufren las consecuencias del uso de leña son las mujeres ya que son las que tradicionalmente cocinan e inhalan el humo. Diariamente, la planta de biogás permite producir 750 gramos, suficiente para cocinar para una familia de siete miembros”. Con una planta de biogás ya no es necesario utilizar leña, y permite a muchas familias ahorrar miles de rupias al final del año.
“Antes de tener la planta de biogás gastábamos en gas butano unas catorce mil rupias al año y en fertilizante unas diez mil”, puntualiza el hijo mayor de Venkatalakshmi, Vijay Bhaskar, un licenciado en química que actualmente es agricultor. “Cuando la FVF nos recomendó la instalación de la planta de biogás no lo dudé porque aporta numerosos beneficios, tanto para mi familia como para el medio ambiente”.
El responsable de proyectos de biogás, Sathya Narayana, explica como “el digestor de la planta fermenta el gas, que sale por un tubo conectado con la cocina de la casa. Los restos producidos tras la fermentación son utilizados como fertilizante ya que tienen propiedades nutritivas para las zonas agrícolas. Esta pasta no es perjudicial para el medio ambiente, no huele y se mezcla fácilmente con la tierra”. Según Vijay con este abono sus plantaciones de mango “han crecido mucho más rápido”.
El futuro de las energías renovables
Además de mejorar la calidad de vida de la población local, las más de 4.000 plantas de biogás construidas por la FVF contribuyen a la lucha contra el calentamiento global, según Sathya Narayana, ya que “disminuyen las emisiones de metano a la atmósfera con el procesamiento de los excrementos de las vacas que producen gran parte de esta contaminación”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades relacionadas con la contaminación son la principal causa de muerte prematura en la India, con cerca de 620.000 muertes anuales.
Narayana añade que “el uso del biogás disminuye la tala de árboles y la deforestación de los bosques, incrementando la fertilidad de la tierra”. Además a través de este proyecto se potencia el sector agrícola y ganadero para favorecer un desarrollo rural sostenible.
Bárbara Delgado | Fundación Vicente Ferrer
El Seis Doble colabora con la Fundación Vicente Ferrer
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