No hay muchas cosas de color verde en las afueras de Mudalapuram. El paisaje es árido; desértico, según donde se mire. El huerto de Muthylappa, con sus berenjenas, tomates y judías, es la excepción. Las plantas crecen fuertes y el suelo conserva la humedad como si acabara de llover. Hace tres meses instaló un sistema de riego por goteo con el apoyo de la Fundación Vicente Ferrer (FVF). Muthylappa ahora consigue sacar el máximo aprovechamiento del agua y no desperdicia ni una gota. “Sin el riego por goteo mi huerto se parecería a ése”, dice. Y señala un páramo donde no crece nada. El distrito de Anantapur, donde la Fundación empezó a trabajar hace 45 años, es el segundo más seco de la India después del desierto de Rajastán. Aún faltan tres meses para la llegada de los monzones y lo peor del verano todavía está por llegar. El termómetro marca 40 grados centígrados. El de Muthylappa es de los pocos huertos que están verdes en esta época.
Cada año llueve menos, por lo que el aprovechamiento del agua es vital. La Fundación empezó a apostar por el goteo como método de irrigación en 2005. Muthylappa es una de las más de 10.000 personas que ha participado en el programa desde entonces. Su huerto está rodeado de decenas de hoyos que antes eran pozos. Algunos no funcionaron nunca y otros se secaron al poco tiempo de excavarlos debido al elevado gasto de agua que supone el riego tradicional, por inundación. Ahora a Muthylappa le basta con dos. Una bomba extrae el agua, a más de cuarenta metros de profundidad, y un entramado de cables agujereados la reparte entre las plantas del huerto.
Aunque la instalación es cara, los beneficios del riego por goteo son muchos. Beeralingappa, trabajador del Sector de Ecología de la FVF, los enumera: “El área cultivable aumenta debido al mayor aprovechamiento del agua. Además, ésta va directa a la planta y no se forman canales lo que previene la transmisión de enfermedades de planta a planta. La infraestructura del riego por goteo también permite administrar los fertilizantes a través del agua en vez de esparcirlos manualmente, de modo que se evitan las malas hierbas y el trabajo de arrancarlas”.
El riego por goteo optimiza el aprovechamiento del agua pero también el del suelo. Mientras que otros métodos de irrigación sólo son aptos para terrenos planos, el goteo permite llevar el agua a suelos irregulares. Esto es de gran ayuda para los agricultores del distrito de Anantapur.
Según un informe de la ONU, los países en vías de desarrollo deberán producir en 2050 el doble de comida por vía de la agricultura. En estos países, nueve de cada diez litros de agua se utilizan para regar los cultivos. La ONU alerta: “Para producir una caloría de alimentos se necesita un litro de agua. El uso deficiente de agua puede suponer el gasto de 100 litros para producir una caloría”.
La Fundación no sólo facilita a los agricultores el material para instalar el sistema de riego por goteo. También realiza talleres de concienciación, necesarios para que estos accedan a probarlo y estén preparados para hacer el mantenimiento de la instalación. Muthylappa recuerda que cuando la FVF le puso en contacto con otro agricultor a quién el riego por goteo le daba buenos resultados quedó convencido.
“Los agricultores tienen poca tierra. Piensan en lo que necesitan ahora, no en el futuro. Y el riego por goteo requiere su tiempo. Por eso necesitan conocer a personas a quienes les haya funcionado”, cuenta Rama, una de las trabajadoras de la Fundación.