Casi el 90% de las personas atendidas por Cruz Roja desconoce las aplicaciones informáticas más usuales
Martes, 26 de diciembre de 2017 | e6d.es
• Estos datos se producen en un contexto de riesgo de pobreza y exclusión social en aumento
Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han influido en el mercado de trabajo, creando nuevas oportunidades de empleo. Además, están siendo útiles para mejorar la conciliación de la vida personal/familiar y laboral/profesional de hombres y mujeres. Sin embargo, estos cambios se producen de forma heterogénea, ya que existen grupos que están inmersos completamente en la digitalización, mientras que otros sectores están excluidos o tienen una relación marginal. “El sexo, la edad, el origen y, definitivamente, la situación socioeconómica, modulan la exclusión digital de las personas que participan en nuestros programas”, recalca el presidente de Cruz Roja Española, Javier Senent. Para hacer frente a esta situación, Cruz Roja favorece la inclusión social a través del fomento de la formación dirigida a propiciar el acceso y uso de la tecnología digital. Así se desprende del Boletín nº15 sobre la Vulnerabilidad Social ‘La vulnerabilidad social y la exclusión digital de las personas atendidas’, presentado hoy por Cruz Roja, en el que se analiza por primera vez la barrera añadida que supone la brecha digital en el plano laboral, educativo y social para las personas a las que atiende la Organización. Entre los datos más preocupantes del estudio destacan que casi el 90% de las personas atendidas desconoce las aplicaciones informáticas más usuales, o que el 65% de los hogares no dispone de ordenadores de sobremesa, portátiles o tablets, lo cual confirma la brecha digital socioeconómica. Además, el 61% de las personas atendidas no utiliza internet. Se confirma además la brecha digital de género: El 67% de las mujeres, frente al 51% de los hombres, no se conecta nunca a internet. La edad también es un factor que influye, ya que los hogares con personas en edad activa disponen con mayor frecuencia de dispositivos electrónicos que los integrados por personas mayores de 65 años. Estas situaciones se repiten también con la telefonía móvil. Un aspecto sumamente preocupante son los bajos porcentajes de personas que utilizan los medios tecnológicos para la búsqueda activa de empleo. En el caso del móvil sólo lo hacen un 6%. Estos datos se producen en un contexto en el que los indicadores de riesgo de pobreza y exclusión social que afectan a la población atendida no hacen sino aumentar. Los datos de este último boletín muestran claramente que la recuperación económica no llega acompañada de una recuperación de los indicadores de bienestar de las personas vulnerables. Baste decir que aumenta el número de personas sin ingresos, que llega al 23% (17% el año anterior) y que la tasa de paro sube 6,4 puntos porcentuales en un año, alcanzando al 73.7%. Otros datos indican que la mayoría de las personas desempleadas (55.4%) carece de cobertura ya que no cuentan con prestación por desempleo, ni rentas no contributivas; que el 13% de las personas atendidas trabaja en la economía sumergida (8% en el año anterior), o que el 39.2% de los hogares no puede mantener su vivienda con una temperatura adecuada durante los meses fríos de invierno. El 82.7 de los hogares de las personas atendidas vive por debajo del umbral de la pobreza, es decir, tienen ingresos mensuales inferiores a 684 euros por persona o equivalente, según la composición del hogar. Esto supone una subida de cerca de 3 puntos en relación al año anterior. La tasa de pobreza relativa es casi cuatro veces superior a la de la población residente en España (22.3%). La tasa de pobreza infantil escala también del 92% al 94.6% en el último año, y sube el porcentaje de las personas que viven en hogares con todos los miembros en paro hasta el 38.5%. En los últimos 4 años, Cruz Roja ha distribuido y ha hecho entrega económicas a las personas más vulnerables por valor de más de 225 millones de euros.