Por si alguno no lo sabe... el que escribe este blog es del Mallorca. Equipo que ha decidido no dar alegrías a sus aficionados desde hace ya unos cuantos años. Lejos quedan las temporadas de jugar en Europa, de disputar la Copa del Rey con aspiraciones, de ganar en grandes estadios... Incluso es lejana la primera división. Uno mira con añoranza a los grandes jugadores que pasaron por el equipo y que conseguían emocionarnos. De esos, que vayan donde vayan (porque del Mallorca vuelan todos) les deseas que vaya bien y empatizas con sus triunfos.
Uno de ellos fue Jonás Gutierrez, "el Galgo". El futbolista con más velocidad y mayor resistencia física que yo he visto en mi vida. Jonás era un muchacho que corría del minuto 1 al 90 a una velocidad que dejaba atrás a los defensas. No era técnico. Simplemente echaba la bola para adelante y esprintaba. Su apodo era totalmente merecido. Lo trajó Cúper al Mallorca en 2005, con apenas 22 años tras haber jugado en Velez Sarsfield. Y tras unos inicios flojos, Jonás se adaptó a la liga española y comenzó a mostrar su potencial. Inalcanzable para cualquier otro futbolista, la única manera de frenarle era cosiéndole a patadas. De las cuales Jonás se levantaba y seguía incansable.
Jonás dio tardes memorables. Él solo cortaba contragolpes a base de correr más que el delantero rival. Él mismo fabricaba jugadas en ataque a base de echar la pelota hacia adelante y superar a los defensas desbordados. De extremo, de lateral, donde hiciera falta. El Galgo era un pulmón los 90 minutos de partido. En 2007, con última jornada en el Bernabéu incluida, a Jonás le dimos el premio de mejor jugador de la temporada por parte de la Penya Mallorquinista de Madrid. Luego, menuda tabarra dí en verano yo a mi novia con que vendían a Jonás en 2007. Era insustituible. Al final se quedó. Era el jugador que siempre querrías tener en tu equipo... Hoy le contaba... ¿Te acuerdas de "el Galgo"? "Pues claro"....
Solo estuvo un año más en Mallorca. Antes de marcharse a la Premier. Al Newcastle. Ya era internacional absoluto con Argentina, y, de hecho, jugaría el Mundial de 2010 reconvertido en lateral. Ahora cuatro años después, de su propia boca, con una gorra pasa disimular la falta de su característica melena, nos enteramos que tiene cáncer de testículos. El autor de este texto es Gonzalo Mazarrasa. Leer noticia completa y ver hilo de debate en
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