La Guardia Civil en el marco de la operación CORISTA, desarrollada conjuntamente con la Policía Belga y bajo la coordinación de EUROPOL, ha procedido en España y en Bélgica a la detención de CINCO personas (2 belgas y 3 rumanas), integrantes de una organización especializada en la trata de seres humanos y explotación sexual. La red obligaba a ejercer la prostitución en Bélgica a mujeres jóvenes procedentes de Rumania y Marruecos, utilizando para ello anuncios en páginas web. Las víctimas permanecían bajo un estricto control por parte de la organización que infligía con frecuencia sobre ellas violencia física, privación de alimento y torturas.La investigación fue iniciada en Amberes (Bélgica) por la Policía Federal de ese país, quien reunió claras evidencias de que la organización criminal mantenía conexiones en España.La Guardia Civil inició una compleja investigación hasta ubicar en la Costa del Sol a STEFAN RENE T.F., cabecilla de esta red, quien intentando eludir la acción de la justicia belga, estableció su residencia en España, desde donde controlaba, vía internet, todos los tentáculos de la organización.
Los agentes del Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, acompañados por investigadores de la Policía Belga, procedieron a la detención de esta persona en un local de ocio de Torremolinos (Málaga) y a la realización de un registro en su domicilio donde los agentes incautaron gran cantidad de evidencias de la comisión de los delitos imputados a la red criminal.
De manera simultanea, en Bélgica, un equipo conjunto de trabajo (Policía Belga y Guardia Civil) detuvo a otras CUATRO personas efectuando varios registros domiciliarios.
Durante los meses que se ha prolongado la investigación, paralelamente se ha realizado un estudio de la trama financiera de la organización a través de la cual se ocultaban los beneficios obtenidos por su actividad criminal.
EUROPOL facilitó el apoyo y coordinación de esta investigación trasfronteriza, proporcionando información de inteligencia y facilitando la realización de varias reuniones entre las Autoridades Policiales de Bélgica, España y Rumania. Durante las detenciones y registros realizados este organismo desplazó a España y Bélgica oficinas móviles para contrastar en tiempo real la información obtenida de los dispositivos electrónicos intervenidos en los registros. El detenido en España pasó a disposición de la Audiencia Nacional a efectos de extradición a Bélgica.