La imagen habla por sí sola: cerca de diez inmigrantes, agotados, sobre una valla de seis metros de altura. Mientras la Guardia Civil les pide que se rindan, observan una explanada verde, frondosa, cuidada al detalle. Pero el lujoso campo de golf de la frontera de Melilla acumula críticas no solo por su ubicación, también por la gestión de sus instalaciones, financiadas con dinero público y construidas gracias a cerca de dos millones de euros procedentes de los Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) cuya finalidad es, supuestamente, "corregir los principales desequilibrios de la UE".
"Melilla tiene necesidades más importantes para que sean financiadas con dinero público que un campo de golf", afirma el portavoz de Ecologistas en Acción en Melilla, una organización muy crítica con su construcción, que llegó a denunciar estas instalaciones ante la Comisión Europea en 2009. "Fue admitida, pero quedó en nada", reconocen.
Desde la ONG local denunciaban, además de su "desafortunada e inmoral localización" que "presume de opulencia frente a la miseria", sus posibles efectos medioambientales. Según explican en conversación con
eldiario.es, la ciudad de Melilla es una localidad con bajos recursos de agua por lo que critican el "derroche" de estos sobre un campo de golf.
"El problema es que se está regando con el mismo agua con el que se abastece a la población: se está manteniendo el césped con agua del grifo, en vez de con la que procede de la reutilización de aguas residuales", argumentan. "Hablamos de una ciudad donde falta agua, donde el 25% viene de los pozos y el 75% de la desalinizadora. Pero, por supuesto, el césped del campo de golf se riega con agua de los pozos".
Todo esto no aparece en la obra de José Palazón. En la fotografía hay una bella estampa pintada de color verde ante los ojos de los inmigrantes, y una realidad desagradable para el que no quiere ver, con la mirada fija en el próximo tiro. Mientras la Guardia Civil pide a las cerca de diez siluetas del fondo que se rindan, estas observan a una mujer concentrada en un preciso swing. Al otro lado los militares marroquíes aguardan para trasladar a los subsaharianos a ciudades del norte, y alejarlos así de Europa, tan perfecta y frondosa para los que esperan alcanzarla a pesar de todo lo que no se ve en la imagen.
Lo hicieron. Este miércoles las personas encaramadas fueron devueltas de forma irregular a Marruecos, como ya auguraba el autor de la imagen en el momento de la publicación de la fotografía a través de su perfil de Facebook. "Hoy los inmigrantes han podido disfrutar, al menos, de una partida de golf mientras esperaban ser deportados ilegalmente por agentes del Ministerio del Interior", ironizaba José Palazón, el mismo día en el que se conoció la nueva enmienda del Gobierno para legalizar estas expulsiones. Leer noticia completa y ver hilo de debate en
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