“1 de cada 5” son las personas que viven en riesgo de pobreza y exclusión social en nuestro país, donde más de 2 millones de niños y niñas están en situación de vulnerabilidad. Más allá de mostrar las demoledoras estadísticas de los últimos años, Ayuda en Acción se acerca con este documental a la problemática desde el día a día de quienes viven esta realidad. Puedes verlo aquí: 1decada5
Desde que comenzó la crisis, se ha duplicado el número de familias en las que ninguno de sus miembros tiene ingresos, hasta llegar a los 686.600, según la Encuesta de Población Activa. “Estamos viviendo un proceso de desintegración social, que cala cada vez más en la sociedad española, y uno de sus aspectos más preocupantes es cómo está afectando a la infancia, la más vulnerable”, asegura Patricia Moreira, directora de Ayuda en Acción. “La desigualdad es muy dolorosa cuando la ves en la clase en un colegio o en un comedor. Esa desigualdad se traduce en niños y niñas que tienen necesidades en aspectos tan básicos como la nutrición, o que en el ámbito escolar dejan de asistir a las excursiones, muy necesarias para su desarrollo personal. No podemos seguir dándole la espalda. El apoyo a esa infancia y a sus familias es urgente. Es lo que hemos querido mostrar en “1 de cada 5””.
El informe documental, producido por Ayuda en Acción en colaboración con eldiario.es y realizado por Gabriel Pecot y Celia Hernández, está compuesto por tres historias narradas en primera persona. Vanessa y Adrián viven en Leganés, Madrid. Tienen dos hijos. Ambos están en paro y sus ingresos mensuales no superan los 600 euros. Con el apoyo de familiares, amigos y de un conjunto que padres y madres han creado un grupo de ayuda en el colegio del barrio, con el que intentan garantizar el bienestar de toda la familia y especialmente la alimentación. “Lo más básico que hay es darle de comer a tu hijo un plato de comida y, cuando no se lo puedes dar, es muy duro”, recuerda Adrián en el documental.
El trabajo colectivo de profesores, trabajadores sociales y vecinos en un barrio estigmatizado, como Son Gotleu, en Palma de Mallorca, es el eje central de la segunda historia. Los testimonios de Ascensión, directora de un centro escolar, y de Brahim y Antonia, monitores de actividades, relatan los esfuerzos de la comunidad por mejorar las condiciones de vida de la infancia y sus familias. “La gente que está trabajando para mejorar el barrio es porque confía. Ya que no lo hacen los que están arriba, al menos lo hacemos los que estamos en el barrio. Siempre ha sido marginal y ya es hora de levantarlo”, recuerda Brahim.
“El colegio es el lugar donde se pueden encontrar con iguales porque viven dispersos y cuando llega el fin de semana, se van para su casa y hasta el lunes no se vuelven a ver”, cuenta en el tercer vídeo Verónica, profesora en Monfero, una aldea de Galicia. En el ámbito rural, donde lo urgente –como la alimentación- está cubierto, la dispersión geográfica dificulta el desarrollo personal de la infancia y los adolescentes. Leer noticia completa en ayudaenaccion.org.