El exdirector de la Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), Pedro García, era propietario del 20% de las acciones de Orange Market, la empresa que canalizaba los negocios de la trama Gürtel en Valencia. Así lo consigna el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que desvela la relación simbiótica entre el Partido Popular y la red de Francisco Correa. En ese informe, García figura como miembro del accionariado al mismo nivel que Pablo Crespo (al que el informe otorga el papel principal de control de las operaciones) y que Álvaro Pérez, El Bigotes, considerado el "relaciones públicas" de la red. Sólo estaría por debajo de Francisco Correa, con un 36% de las acciones y muy por encima de Mónica Magariños, que tenía el 4% restante.
Pablo Crespo, el número dos de la trama, realizó un plan de actuación en relación con la mercantil Orange Market que contemplaba un cambio en la dependencia societaria exterior, una ampliación de capital, un cambio de administrador y la entrada de Mónica Magariños, que fue la apoderada de la sociedad, en el accionariado con un 4%. El resto de las acciones estaban repartidas a partes iguales entre Pérez y García, un 20% cada uno, y un 36% para Correa. El exdirector de RTVV está imputado por blanqueo de dinero, delito fiscal, cohecho, malversación y prevaricación como responsable del contrato por el que Teconsa cobró 7,4 millones de euros por montar pantallas de televisión y altavoces en el recorrido del Papa por Valencia en su visita de 2006. Según los informes de la UDEF, el coste real del montaje fue de tres millones de euros. Los 4,4 restantes se repartieron entre los integrantes de la trama Gurtel y otros comisionistas.
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