El gorila en la habitación

Domingo, 9 de junio de 2013 | e6d.es
• El opio del pueblo escasea. ¿Tendremos que enfrentarnos a nuestros problemas, al horror de la política y la economía, sin anestesia?

Comienza una vez más la larga travesía del desierto. Tres meses sin Liga, sin Champions, sin siquiera Liga Europa o Copa del Rey o José Mourinho. El opio del pueblo escasea. ¿Tendremos que enfrentarnos a nuestros problemas, al horror de la política y la economía, sin anestesia? Demasiado doloroso. Busquemos, entonces, temas de conversación para ayudarnos a aguantar la sequía veraniega. 
El Real Madrid promete bastante. Más allá de la emoción de la elección presidencial (¿Florentino ganará a Florentino?), tenemos un par de buenas telenovelas. ¿Quién será el próximo entrenador? ¿Será Ancelotti, será Heynckes? ¿O habrá alguna sorpresa? Siguiendo el ejemplo del Barça, valors i continuïtat, y tomando en cuenta su considerable experiencia en ruedas de prensa, ¿podría ser Aitor Karanka la solución?
La otra cuestión es si vendrá o no Gareth Bale, el crack galés del Tottenham, al Bernabéu. Aunque al final se quede donde está, lo ideal sería que se alargase el culebrón lo máximo posible para así darnos la oportunidad de exprimir todas las posibilidades que ofrece la jugosa discusión sobre quién es mejor, Bale o Neymar, el flamante fichaje del Barcelona. Tras oír los primeros disparos en esta contienda en una tertulia de radio el jueves por la noche, queda claro que aquí hay mucha tela. Gritos, interrupciones constantes, ceguera partidista, prejuicio presentado como verdad absoluta ahogaban cualquier intento de que se impusiera un mínimo de racionalidad. O sea, un buen debate a la española que se replicará en los salones y en los bares de todo el país.
La respuesta, por supuesto, es que no se sabe. Los que quieran dudar de la aptitud de Neymar para el fútbol europeo recordarán la llegada del otro “nuevo Pelé”, Robinho, al Real Madrid en 2005. Preguntado sobre Robinho unos días después de que el Madrid lo fichara, David Beckham respondió: “Bueno… tiene muchos trucos”. Trucos, resultó, y poco más. Una cosa era brillar en el fútbol samba brasileño, otro en el fútbol locomotora de Europa. John Carlin - Leer artículo completo y ver hilo de debate en elpais.com.