• “La modernidad aplasta a la historia, la reduce a la mínima expresión y, poco a poco, la diluye en el tiempo y acaba en el olvido”
Un día, hace no mucho, pasaba cerca de la “Ciudad de las artes y de las ciencias” que está ubicada en Valencia capital. Bajo el mastodonte azul del Ágora me llamó la atención una casita; una pequeña construcción que no resultó ser una casa, sino una caseta de compuertas destinada al riego de la huerta. El último vestigio de lo que en su momento fue la denominada “Azud de l’or” que, por cierto, da nombre al puente que pasa por encima y que fue diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava. Como una brutal alegoría, la modernidad aplasta a la historia, la reduce a la mínima expresión y, poco a poco, la diluye en el tiempo y acaba en el olvido.
Hayack
* Hayack es un “Amigo de Larra” y colaborador de El Seis Doble. * Hayack es autor del blog “Pienso, luego existo” .