El Vaticano ha llamado al catedrático español de medicina forense de la Universidad de Granada, Jose Antonio Lorente, para que participe en unas jornadas de trabajo sobre 'La trata de personas: la esclavitud moderna' los próximos días 2 y 3 de noviembre en Roma junto a otros expertos.
Lorente ha explicado que, durante esta sesión de trabajo, aportará al Vaticano sus conocimientos y su experiencia como director del programa DNA-Prokids, desarrollado por la Universidad de Granada, por medio del cual han conseguido reunir con sus familias a más de 620 niños desaparecidos y a través del que han tomado más de 9.200 muestras a niños y familiares.
Según ha explicado, el programa consiste en facilitar a diferentes países del mundo donde hay niños desaparecidos a causa del tráfico de menores, la metodología e instrumental para hacer la prueba del ADN a aquellos niños sin identificar que están en albergues u orfanatos y que, por ser de corta edad, no pueden dar explicaciones. A continuación, el país en cuestión introduce los resultados de ADN en una base de datos nacional para después compararlos con otra base de datos a nivel internacional de madres, padres, abuelos u otros familiares que han denunciado la desaparición de un menor. De esta forma, los datos se cruzan y se puede reunir, por ejemplo, a un niño de Guatemala con su familia de El Salvador.
DNA-Prokids trabaja en 16 países, entre los que se encuentran México, Guatemala, El Salvador, Perú, Brasil, Paraguay, Filipinas, Nepal, Tailandia, Indonesia y Sri Lanka. Además, con el fin de automatizar las comparaciones entre bases de datos a nivel internacional, ya están en contacto con el Gobierno de España para que el país se convierta en el centro de referencia y coordinación en la lucha contra el tráfico de menores utilizando este tipo de tecnologías.
Lorente ha explicado que, desde el Vaticano quieren saber como se está desarrollando este programa y supone que, en una segunda fase, querrán apoyar en todo lo que puedan. Además, considera que llegar a muchas regiones remotas y recónditas es difícil y que la existencia de misioneros les va a facilitar la transmisión de información en esos lugares donde no conocen la existencia de instrumentos científicos como este para identificar a niños. Leer noticia completa en larazon.es.